A pesar de que los antibióticos han reducido de manera dramática la mortalidad infantil en el mundo, hay cada vez más evidencia de que su uso indiscriminado está asociado con cambios negativos en la microbiota intestinal, que debilitan el sistema inmunológico.

Luego de una extensa revisión bibliográfica, un grupo de investigadores publicó un artículo en el que reportan que el uso de antibióticos durante los primeros años de vida podrá hacer que padecimientos como asma, obesidad y enfermedad inflamatoria intestinal (EII) se vuelvan “más agudos o más frecuentes en el futuro”.

“El consumo de antibióticos sigue en aumento, e incrementan el riesgo de diversas enfermedades crónica no transmisibles, [por lo que] la incidencia de tales enfermedades seguirá aumentando”, dijo a SciDev.Net Francisco Guarner, asesor en gastroenterología en el Instituto de Investigación Vall d’Hebron (VHIR), Barcelona, y uno de los autores del artículo publicado en Frontiers in Cellular and Infection Microbiology.

Las decenas de artículos incluidos en la revisión dan cuenta del impacto de estos medicamentos en la microbiota o microbioma intestinal, que es el conjunto de microorganismos que habitan el tracto grastrointestinal del ser humano y que permite, gracias a una compleja red de conexiones, regular el sistema inmunológico.

Estos microorganismos cumplen una función defensiva pues compite patógenos externos por espacio y nutrientes. Así evita que los microbios adversos invadan el intestino y generen enfermedades.

Por eso importan tanto las bacterias benéficas, especialmente en los primeros años de vida. “Una alta diversidad de microbios en el intestino hace que el sistema inmune sea más eficaz y se equivoque menos”, dijo Guarner.

Pero esa capacidad disminuye cuando se administran antibióticos en niños de manera indiscriminada. “Los antibióticos hacen que muchas bacterias sensibles a los antibióticos caigan en su abundancia y ese lugar lo ocupen otras bacterias resistentes”, explicó Guarner.

Ese cambio en la diversidad y composición de la microbiota por el efecto de antibióticos en la infancia temprana se ha asociado con el desarrollo de asma, alergias, obesidad y un tipo de enfermedad intestinal inflamatoria conocida como enfermedad de Crohn.

Por ejemplo, en estudio con 236 niños en Finlandia reportó que el uso de antibióticos estuvo asociado con cambios en su microbiota y un mayor índice corporal en comparación con niños que no consumieron estos medicamentos.

“El uso de macrólidos [un tipo de antibióticos como la azitromicina y la claritromicina] puede alterar la microbiota en los bebés de tal manera que predispone al aumento de peso y al asma en la infancia posterior”, describen los autores.

Estos problemas se han vuelto más preocupantes debido al incremento en el uso de antibióticos, que se venden muchas veces sin receta o por internet. Un informe de 2018 reportó que entre 2000 y 2015 el uso de antibióticos aumentó 65 por ciento, con importantes incrementos en los países en desarrollo.

Otro estudio publicado en The Lancet en junio de 2020 reportó que el consumo entre niños menores de 5 años de países de ingresos pobres y medianos pasó de 36,8 por ciento en 2005 a 43,1 por ciento en 2017.

“Los antibióticos han cambiado la vida humana y han salvado vidas de millones de niños; eso es una realidad. Pero otra realidad es que la mayoría de las veces que se prescriben antibióticos a niños, no hacen falta (…) Como médicos, tenemos que reducir el uso de antibióticos y limitarlo a aquellas situaciones en que estamos seguros de que darán un beneficio”, dijo Guarner.

Para la pediatra Cipatli Ayuzo, el hecho de que en muchos países se vendan antibióticos en las farmacias sin receta médica, que se administren en dosis irregulares y que no se completen los tratamientos, agrava la posibilidad de que haya cambios en la microbiota de los niños y se generen bacterias resistentes a los medicamentos.

“Los pediatras tenemos que evitar el uso de antibióticos durante el primer año de vida. Más de 90 por ciento de las infecciones son virales, no necesita antibióticos”, dijo Ayuzo por Zoom

Además, la pediatra destacó la importancia de algunas estrategias para que los niños adquieran las bacterias necesarias y tengan un microbioma sano: promover los nacimientos por vía vaginal; aumentar la lactancia materna y la diversidad de alimentos que consumen, así como reducir los entornos hiperhigiénicos.

Por: Aleida Rueda/ Scidev América Latina y el Caribe.