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Recolección de conchas negras: sustento y conservación en Nicaragua

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Nicaragua.

Estas mujeres no temen adentrarse a un manglar en búsqueda de conchas negras. La recolección de este molusco se ha convertido en el sustento de muchas familias en Aserradores, una comunidad pesquera de Nicaragua.

Las conchas negras que recolectan, las venden a restaurantes que las ofrecen en platos o bebidas. Incluso existe la creencia popular sobre sus supuestas propiedades afrodisíacas.

Para estas mujeres es la forma de llevar el sustento a casa. “Es verdad que solo mujeres venimos porque al hombre poco le gusta. No le gusta enlodarse ni mancharse. Y nosotros no, nosotros tenemos que hacer, a veces obligados por nuestros hijos y el estudio de nuestros hijos. Tenemos que buscar la manera de darles alimento”, detalló la pesquera, Martínez.

Pero además de la actividad comercial, la recolección de las conchas ayuda a la conservación del manglar. Este ecosistema alberga una gran diversidad biológica y muchas especies de aves, peces, crustáceos y moluscos. Además, funciona como una barrera natural contra fuertes vientos, inundaciones y huracanes.

“Nosotros lo que hacemos es proteger el manglar. Realmente, nosotros no deforestamos, sembramos, reforestamos y a como lo llamen a nosotros las instituciones, nosotros lo hacemos siempre, es por el bien de nosotros y de nuestros hijos y la demás población”; explicó Martínez.

Las recolectoras son cuidadosas al hundir los brazos en la ñanga o zona pantanosa para extraer las conchas grandes. Las más pequeñas las devuelven al fango para proteger el manglar.

“Cuando yo comencé a sacar conchas, yo era una niña, tenía ocho años y pues mi papá me dice: ‘hija, vamos a trabajar en las conchas’. Y se hallaban en el suelo. Uno caminaba con su salveque y las hallaba y hermosas conchas. De diez años para allá ya se fueron acabando porque ya éramos malas ‘concheras’”, contó la recolectora de conchas,  Juana Izquierdo.

Una docena de conchas en un restaurante de la zona puede costar hasta 3 dólares, pero las mujeres sólo obtienen entre una cuarta y una sexta parte de esa ganancia. Es por eso que las recolectoras asociadas en varias cooperativas buscan una mejor comercialización que compense su arduo trabajo.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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