Quito,Ecuador

El Monasterio del Carmen Bajo acoge entre sus muros obras de arte de hace más de tres siglos, testigos silenciosos de las oraciones de la Orden de las Carmelitas que llegó a Ecuador hace 350 años.

Entre las piezas más célebres está la pequeña imagen de una virgen del Siglo XVII, que se atribuye a Bernardo Legarda, que aparentemente inspiró la creación de la escultura de 30 metros que se levanta, desde 1975, en la cima del “Panecillo”, un cerro de tres mil metros de altitud desde donde la virgen custodia el “corazón” de Quito.

Fundado originalmente en 1669 en la ciudad andina de la Tacunga, el Monasterio fue trasladado a su actual ubicación tras un terremoto a finales del Siglo XVII.
Actualmente 12 monjas viven ahí, la menor de 18 años y la mayor de 103.

En pleno Centro Histórico de la capital ecuatoriana a unos 200 metros de la Plaza Grande, se extiende sobre 5,400 metros cuadrados. Su disposición arquitectónica deja ver con claridad los claustros de dos pisos, el de los Naranjos y el de la Magnolia. De todas las obras del Monasterio, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) cataloga 365 como bienes patrimoniales, entre pinturas, esculturas, mobiliario y marquetería.

Por : EFE