Felipe Espinosa Wang.

Un nuevo estudio publicado en Clinical Pharmacology & Therapeutics pone en duda una de las creencias más extendidas sobre el cannabis: que el cannabidiol (CBD) puede contrarrestar los efectos psicoactivos del tetrahidrocannabinol (THC).

Durante mucho tiempo se ha sostenido que el CBD, el componente no psicoactivo de la planta de cannabis –a menudo promocionado por varios beneficios potenciales para la salud–, puede equilibrar o atenuar los efectos del THC, el responsable del «colocón» asociado con el consumo de cannabis. Esta interacción ayudaría a reducir efectos no deseados como la ansiedad o el deterioro cognitivo. No obstante, un reciente ensayo clínico ha revelado algo inesperado: en dosis elevadas, el CBD podría amplificar, en lugar de reducir, los efectos del THC.

El estudio, dirigido por Andriy Gorbenko en el Centro de Investigación sobre Drogas Humanas de los Países Bajos, se diseñó para poner a prueba esta interacción entre ambos compuestos. Durante la investigación, 37 voluntarios sanos, todos con experiencia previa en el consumo de cannabis, pero que no lo habían consumido recientemente, participaron en un ensayo doble ciego. A cada uno de ellos se le administró distintas combinaciones de THC y CBD, así como placebos, y los resultados fueron reveladores.

 

Resultados del estudio sobre el cannabis

Cuando los participantes ingirieron THC junto con 450 miligramos de CBD, informaron sentirse mucho más intoxicados en comparación con cuando solo tomaron THC. Además, las pruebas mostraron niveles elevados de THC en su sangre. Esto sugiere que el CBD podría estar interfiriendo con el metabolismo del THC, lo que aumenta su presencia en el cuerpo y, por ende, intensifica sus efectos psicoactivos. No obstante, dosis más bajas de CBD (10 y 30 miligramos) no produjeron este efecto amplificador, lo que sugiere que la interacción depende de la cantidad de CBD consumida.

El neurofarmacólogo Geert Groeneveld, del Centro de Investigación sobre Drogas Humanas, señaló que estudios adicionales con dosis altas de CBD no han mostrado efectos notorios sobre el sistema nervioso central, lo que sugiere que el CBD por sí solo no produce sedación ni otros efectos subjetivos que puedan ser detectados en pruebas sensibles. Esto contradice la idea del ‘efecto séquito’ donde se creía que la combinación de cannabinoides podría resultar en una experiencia menos adversa.

«La gente activa en el campo del cannabis siempre dice que el CBD le quita el filo al THC, que la ansiedad puede ser menor, que hay un ‘efecto séquito’ de otros cannabinoides que juega un papel en cómo se experimenta el THC en el cannabis, pero las pruebas científicas eran muy escasas», dijo Groeneveld a PsyPost.

Aunque este estudio proporciona evidencia convincente, es importante notar que solo examinó la ingestión oral de CBD y THC. Los investigadores reconocen que diferentes métodos de consumo, como la inhalación, podrían producir resultados diferentes. Sin embargo, hasta ahora, los estudios sobre la inhalación tampoco han proporcionado pruebas concluyentes de que el CBD mitigue los efectos del THC.

 

La investigación continúa

A pesar de los hallazgos del estudio reciente, el equipo del Centro de Investigación de Drogas en Humanos sigue avanzando. Groeneveld comentó a PsyPost que han proseguido con ensayos utilizando dosis extremadamente altas de CBD puro.

«Todavía no lo hemos publicado», dijo Groeneveld, «pero podemos decir que no hay ninguna prueba de que el CBD actúe sobre el sistema nervioso central. No causa sedación ni provoca efectos subjetivos de la droga que puedan ser detectados por nuestra batería de pruebas muy sensibles que también utilizamos para medir los efectos de los fármacos que está desarrollando la industria farmacéutica», agregó.

Con el cannabis ahora como la droga recreativa más comúnmente utilizada en los Estados Unidos, superando incluso al alcohol, los expertos insisten en la importancia de entender cómo interactúan sus principales componentes. Este estudio es un paso importante para aclarar algunas de las creencias populares sobre el uso combinado de THC y CBD. A medida que más investigaciones arrojan luz sobre estas complejas interacciones, el público y la comunidad médica estarán mejor informados para tomar decisiones seguras sobre el consumo de cannabis.