Río de Janeiro, Brasil.

Las autoridades turísticas brasileñas esperan cambiar la imagen del país como mero paraíso de sol y playa con la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) que se celebrará el próximo año en la ciudad amazónica de Belém, capital del estado de Pará (norte), y que se centrará en la sostenibilidad medioambiental y en acabar con la deforestación para frenar el calentamiento global.

La COP30 debe potenciar el atractivo que tiene Brasil como destino ecoturístico y aumentar los viajes a la selva amazónica y a otros biomas que ofrecen la mayor biodiversidad del mundo, explicó la presidenta ejecutiva de la Asociación Brasileña de Operadores Turísticos (Braztoa), Marina Figueiredo.

«Brasil tiene una vocación natural para el ecoturismo debido a su biodiversidad única, una de las mayores del mundo, y esperamos que la COP30 sirva para impulsar este turismo en el país», afirmó.

«Turistas de todo el mundo buscan nuevas experiencias con la naturaleza y la vida salvaje», comentó la presidenta ejecutiva de Braztoa, quien confía en la COP30 para aumentar este flujo.

«La COP30 es mucho más que un acontecimiento. Estamos ante una oportunidad extremadamente estratégica, un escaparate para mostrar al mundo que damos importancia a la sostenibilidad y a la preservación de la naturaleza», agregó.

De acuerdo con el Ministerio de Turismo, apenas el 9 por ciento de los extranjeros que visitan Brasil son ecoturistas, mientras que casi dos de cada tres turistas vienen por las playas.

«El turismo es esencial para la conservación de los bosques y la economía sostenible de sus habitantes», destacó Figueiredo.

El Gobierno brasileño se ha marcado como objetivo atraer a más viajeros ecologistas y de aventura para aumentar el turismo en el país, que está considerado bajo en comparación con otros países.

En la actualidad, el turismo aporta menos del 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil, frente a más del 20 por ciento en países como España, Portugal o República Dominicana, dijo por su parte el ministro brasileño de Turismo, Celso Sabino, durante un evento del sector efectuado el pasado martes.

Sabino explicó que el Gobierno trabaja en la ampliación de los vuelos hacia Brasil, así como el aumento del número de visitas de cruceros a puertos brasileños.

El ministro señaló que todas las medidas para aumentar el turismo extranjero y nacional son bien recibidas por las empresas privadas, que se quejan de que el número de turistas sigue estancado y por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.