España.
Empezar a fumar siempre es una mala idea y empezar a hacerlo de joven es todavía peor. Un estudio internacional ha analizado el cerebro de 800 adolescentes europeos y han visto que quienes a lo largo de la investigación se acercaron al tabaco, tenían de antemano menos materia gris en el lóbulo frontal izquierdo.
Una condición genética que cree el científico de Cambridge, Trevor Robins, en la zona que regula precisamente la tendencia a romper las normas. Pero van más allá, su segunda conclusión es todavía más sorprendente; si ese mismo joven se terminaba enganchando de forma duradera a la nicotina, comprobaron que su cerebro acababa haciéndose literalmente más pequeño.
“Fumar durante la adolescencia, afirma la investigación, reduce la materia gris del otro lóbulo frontal, el derecho, lo que merma a su vez la capacidad para mantener a raya las adicciones”, dijo Robins.
Así que puede que estemos ante una explicación de por qué la mayoría de los fumadores adultos empezaron a fumar siendo menores de edad.
“Sabemos que la nicotina es un drone explosivo directamente dirigido al cerebro adolescente. También sabemos que hay una relación de las tres drogas adolescentes: alcohol, tabaco y cannabis que está directa con el hecho de iniciarse en el fumar”, dijo el médico de Salud Pública, Joseba Zabala Galán. Por eso dicen que lo mejor es no probar el tabaco nunca y menos de adolescente.
Por: RTVE.
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