Por: Ca­mi­lo Cor­tés-Use­che (Co­lom­bia).

Las horas fueron eternas en el cuartel, el hombre atado de pies y manos, con la soga casi al cuello, no dejo nunca de pensar en su celda en su amado “Black cinnamon”. El enojo que tenía por su captura era una pérdida de tiempo, no malgastó el preciado tiempo en pensamientos negativos. Conflictos espirituales e incluso verbales lo atormentaban, pero llegar a los físicos era un desperdicio.

El pueblo siempre será el que realmente sabrá la verdad y el amor incondicional era escaso, incluso desde tiempos piratas. Aquél nauta se aferró al que debe ser enviado y que nunca abandona, solo pensó en bendecir los ojos de su más preciado tesoro de vida y  rogó por que fueran largos, para siempre quizás.

Las buenas obras no son recordadas en los corazones de los hombres y el prisionero lo sabía, así que sus pensamientos solo divagaban, «sha la la la….», cantaba. «No me abandones», gritaba con fuerza a sus compañeros de celda. Acto seguido recordó, «siempre has estado ahí para mi, madre, ahí estaré para ti. Padre, siempre has sido justo conmigo. Hermano, y no descansaré hasta ser justo contigo, mi vida. No pierdas la fe en mí, siempre has estado ahí para mí, siempre ha sido así, y ahí estaré para ti».

Los vientos eran tan fuertes y malignos en la torre del reloj. Se presagiaba mal tiempo en aquella Isla, donde el nauta quizá quedaría condenado a sentencia perpetua.

Este capítulo me hizo recordar que la temporada de tormentas poderosas para el Atlántico ha empezado, se prevé que para este 2023 hay un 40% de probabilidades de que la temporada sea normal, según informó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Las perspectivas de la NOAA para esta temporada, indican que podrían registrarse entre 12 y 17 tormentas con nombre (vientos de 63 kilómetros por hora o superiores). De ellas, entre 5 y 9 podrían convertirse en huracanes (vientos de 119 km/h o superiores), incluidos entre 1 y 4 huracanes importantes (categoría 3, 4 o 5; con vientos de 179 km/h o superiores).

Los científicos más intrépidos prevén que el fenómeno de El Niño se desarrolle en los próximos meses, lo cual podría suprimir  la actividad de los poderosos  huracanes del Atlántico, de los cuales ya hemos sido fieles testigos.

Sin embargo, su influencia en el desarrollo de las tormentas podría verse contrarrestada por condiciones favorables en la cuenca tropical del Atlántico como la posibilidad de un monzón (circulación de vientos superficiales a gran escala) en el oeste de África por encima de lo normal, que causa olas en el este africano y produce algunas de las tormentas atlánticas más fuertes y de mayor duración; además de temperaturas de la superficie del mar más cálidas de lo normal en el Atlántico tropical y el Mar Caribe.

Sin embargo, como el nauta prisionero de los efectos oscuros o naturales, e independientemente del número de tormentas que se prevean esta temporada, es fundamental que las comunidades conozcan los riesgos de recibir malos tiempos  y que presten atención a la verdad para prepararse de forma preventiva.

***

Ca­mi­lo Cor­tés- Use­che es biólogo Marino. Maestro en Manejo de Ecosistemas Marinos y Costeros, con doctorado e investigación postdoctoral en el área de las Ciencias Marinas. Su trabajo en el campo de la gestión y ecología marina en la República Dominicana le valió el reconocimiento del “Premio Dr. Alonso Fernández González 2020” a las Mejores Tesis de Posgrado del CINVESTAV en la Categoría Doctorado. Innovador de la sostenibilidad, científico y distinguido por sus aportes en la conservación de la naturaleza. Durante los últimos años ha liderando coaliciones para un modelo de resiliente al cambio climático basado en la ciencia, con una idea firme del desarrollo social justo.