Por: Rodolfo Guerrero Martínez (México).

“Si no estás pagando por el producto, es que el producto eres tú”.

Andrew Lewis.

El pasado 30 de junio se celebró el Día Internacional de las Redes Sociales Digitales (RSD) que tiene como origen el impulso del empresario británico Peter Cashmore, quien en el año 2010 tuvo la iniciativa de establecer una fecha para reconocer su impacto como herramienta de comunicación global – teniendo en cuenta a los 4,760 millones de personas que son usuarios de dichas RSD (1)-.

El hecho de ser reconocido como un día internacional es consecuencia del respaldo gradual de más de 200 ciudades del mundo, donde cada año se crean proyectos relacionados a la promoción del conocimiento y creación de estrategias nuevas entorno al marketing aplicando cada una de las redes sociales digitales como Facebook, Instagram, Tik tok, Twitter, WhatsApp, entre otras.

Cabe resaltar que, las redes sociales digitales comprenden su inicio en el año 1995 cuando Randy Conrads al realizar el sitio web classmates.com con el objetivo de propiciar un canal de comunicación con antiguos y/o actuales colegas y amigos del ámbito educativo-universitario.

Por otra parte, en los años 2000 aparecerían de forma secuencial nuevas redes sociales como Friendster (2002), MySpace y LinkedIn (2003) y cada una tiene como punto de acuerdo en conectar o vincular personas como interés en común, compartiendo contenido como videos, fotografías, videos y demás elementos multimedia.

En el presente artículo abordaremos el impacto de las redes sociales digitales, los derechos digitales y redes sociales, y el ser humano ¿un objeto? y el capitalismo de vigilancia.

Impacto de las redes sociales digitales

Desde la concepción de las redes sociales digitales o RSD como herramientas facilitadoras de comunicación con diversos grupos de la sociedad, del envío de documentos de forma directa, así como la transmisión multicanal de contenidos informativos hasta su comprensión como medio de control, de desinformación y vulnerador de derechos como los de intimidad y privacidad, ello nos permite dimensionar el impacto relevante que ejecutan las redes sociales digitales en la sociedad y cómo la modifican y/o moldean de diversas formas.

Por lo mencionado en el párrafo precedente, consideremos que el número de usuarios en internet es de 5,160 millones, esto al cierre del año 2022, que representa un 64% de la población global, presentando un crecimiento del 1,9%, sumando 98 millones de usuarios activos. De manera tal que, la hiperconectividad es parte fundamental de la vida en sociedad, que tiene como usuarios activos de teléfonos móviles a 5,440 millones de personas en el mundo.

Con respecto a México, encontramos un promedio de tiempo invertido de 3 horas y 21 minutos, lo cual resulta interesante, ya que disminuyo 4,9%, es decir, son 8.5 millones de usuarios menos con interacción en social media o RSD. Ahora bien, las cifras siguen siendo relevantes a nivel de tiempo invertido mensualmente en cada plataforma (2):

  • Facebook: El tiempo invertido es de 24 horas y 30 minutos mensualmente. No obstante, la cifra disminuyó un 6.5 % con respecto al año pasado.
  • YouTube: La plataforma predilecta de videos online también presentó una disminución en visualización del 7.9 %, con un total de 21 horas invertidas al mes.
  • WhatsApp: Los usuarios pasaron 19 horas y 30 minutos al mes intercambiando mensajes por esta vía. A diferencia de las anteriores, esta red solo cayó un 2.5%.
  • TikTok: El tiempo de visualización creció un 17.9 %, respecto al año anterior, conformando un total de 27 horas y 36 minutos.
  • Instagram: El tiempo en promedio es de 6 horas y 54 minutos. Así como TikTok, la red presentó un incremento de más del 3.0%.

Por otra parte, es preciso entender en primer término que, las RSD suponen un ideal de ser estructuras sociales compuestas por un grupo de personas que comparten un interés común, relación o actividad a través de internet, donde tienen lugar los encuentros sociales y se muestran las preferencias de consumo de información mediante la comunicación en tiempo real, aunque también puede darse la comunicación diferida en el tiempo, como en el caso de los foros (3).

Por otra parte, en segundo término, es importante contemplar a las RSD a través de las vulneraciones que genera a la esfera más íntima de las personas, para dar un mayor contexto a este escenario, resulta oportuno recordar un documental titulado “El Dilema de las Redes Sociales”, estrenado el día 9 de septiembre del año 2020 por medio de la plataforma digital Netflix, en el observamos a los diferentes CEOs que desempeñaron un papel relevante en empresas como Google o Facebook, por ejemplo.

En dicho documental, aparece Jaron Lanier quien es programador, escritor de libros como “Contra el Rebaño Digital” y actualmente se desempeña como asesor científico en Microsoft.

Justamente, Jaron Lanier menciona en su obra (4), 10 argumentos para borrar tus redes sociales de inmediato: (I) Estas perdiendo tu libre albedrío; (II) Renunciar a las redes sociales es la manera más precisa de resistir a la locura de nuestros tiempos; (III) Las redes sociales te están volviendo un idiota; (IV) Las redes sociales están minando la verdad; (V) Las redes sociales están haciendo que lo que dices no importe; (VI) Las redes sociales están destruyendo tu capacidad de empatía: (VII) Las redes sociales te están haciendo infeliz; (VIII) Las redes sociales no quieren que tengas dignidad económica; (IX) Las redes sociales están haciendo que la política sea imposible; y (X) Las redes sociales odian tu alma.

En ese sentido, recordemos como el documentalThe Social Dilemma expone que uno de los principales problemas no es la venta de los datos de los usuarios, las noticias falsas (fake news), hackeos o generar polarización, sino los cincuenta programadores en California entre 25 a 30 años de edad que afectan a dos mil millones de personas a través de sus decisiones. Incluso, nos da conocer una situación más complicada sobre la desinformación, la cual es, no poder distinguir lo cierto de lo falso, ya que tanto los motores de búsqueda como los algoritmos tienen el objetivo bajo diseño de mostrar lo que se desea ver, haciendo imposible que la inteligencia artificial, por ejemplo, pueda hacer una diferencia entre la verdad y la mentira.

Definitivamente ante lo desarrollado en lo precedente, se expone claramente que las RSD están constituidas por algoritmos para realizar análisis predictivos y descriptivos, lo cual además entrena al sistema de inteligencia artificial, como resultado de la interacción continua de millones de usuarios, pero también demuestra algo bastante alarmante, el algoritmo no predice el futuro, sino que lo genera tal como se comenta por una de las entrevistadas, en este caso, la científica de datos, Cathy O´Neil en el documental antes señalado.

Los derechos digitales y las redes sociales digitales

Es menester entender que ante los enormes desafíos que propone la progresividad tecnológica, es indispensable establecer y aplicar un constitucionalismo digital, reconociendo las diferentes figuras jurídicas enunciadas en las Cartas de los Derechos Digitales (5) como derecho a la ciberseguridad, herencia digital, a no ser localizado y perfilado, derecho ante la inteligencia artificial y en el empleo de las neurotecnologías.

Cabe resalta que, los derechos digitales podemos prevenir que en guardan  dos ámbitos de aplicación y protección, esto debido a los supuestos de su regulación, el primero como derechos subjetivos en torno al contenido económico o en su caso de protección de los agentes incluyendo a los consumidores (6).

Respecto al segundo ámbito, tenemos la protección de derechos fundamentales ante todo aquello que deba estar protegido en el ámbito del poder público.

Precisamente, las figuras jurídicas mencionadas en el marco de comprensión de los derechos digitales propios de un nuevo constitucionalismo son objeto de extracción y deformación, en este caso de valores bajo el actuar e interés de la industria tecnológica –RSD-, al precisar la instrumentación de la conectividad, visibilidad (popularidad en RSD) y participación (atención en RSD) para sus modelos de negocio como el caso de Facebook, actualmente nombrada meta. Realizando además una intrusión a la intimidad de las personas con el uso del protocolo Open Graph oculto bajo los botones de me gusta y las función de compartir, dicho protocolo brinda la capacidad de conocer y administrar datos sobre los intereses e información geografía de los usuarios.

El ser humano, ¿un objeto? y el capitalismo de vigilancia

En el año 2000 se estrenó el filme psicópata americano basado en el libro del mismo nombre, autoría de Bret Easton Ellis, que nos comparte sobre la vida de un joven acaudalado “yuppie” neoyorquino que se convierte en asesino en serie y que aparentemente nadie sospecha de él como consecuencia de su estatus social. A mi parecer la metanarrativa comparte que, un hombre creado por objetos es un objeto, como señalaba Karl Marx “la desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas”:

En ese orden de ideas, el protagonista del filme, Patrick Bateman no existe, la idea como persona es ausente, al ser un símbolo más de un sistema de símbolos el cual es reemplazable. Es decir, Patrick está vacío y la única manera de relacionarse con los demás es a través de los símbolos –las marcas que usa-. De esta manera, entendemos que en la actualidad las redes sociales digitales han generado un impacto negativo, obra del capitalismo tardío, del consumismo y a la instrumentalización de nuestras metas y pasiones dadas a conocer a través de cada publicación hecha en los perfiles o cuentas de las RSD.

Debido a ello, la sociedad activa en estos escenarios digitales sufre de una crisis identitaria, haciendo complicado responder a una pregunta tan valiosa como, ¿quién soy yo? Tal como le sucede al personaje de esta historia, donde Patrick cita cada cosa que escucha, pero sin entenderlas, como una grabadora que simplemente reproduce.

Ahora bien, a la situación descrita de una crisis identitaria, añadimos el capitalismo de vigilancia, que comprende el rastreo infinito de las actividad de los usuarios que pertenecen a las diferentes RSD, y como consecuencia se construyen con el uso de algoritmos, predicciones del comportamiento de las personas, estableciendo además que Google, no solo es un buscador, o que Facebook no solo es un espacio donde puede contactarse a los amigos y/o familiares, sino un modelo de negocio que desea mi atención para vender seguridad y certeza. Aunque ello ocasione, distorsión de la realidad y trastornos como el dismórfico corporal –con el uso de filtros de belleza aplicados en las fotografías por medio de aplicaciones-.

En esa lógica, resulta necesario reconocer, ¿cuáles son las estrategias de manipulación mediática? Noam Chomsky nos comparte una lista en la que propone diez:

(1) La estrategia de la distracción.

(2) Crear problemas y después ofrecer soluciones.

(3) La estrategia de la gradualidad.

(4) La estrategia de diferir.

(5) Dirigirse al público como criaturas de poca edad.

(6) Utilizar al público como criaturas de poca edad.

(7) Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.

(8) Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.

(9) Reforzar la autoculpabilidad.

(10) Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismo se conocen.

Conclusión general

El breve análisis realizado demuestra la actividad que tiene la población global por medio de las redes sociales digitales, y a su vez, propone diversas problemáticas que serán prioritarias para el fortalecimiento del Estado de derecho, leyes que comprendan estos nuevos fenómenos y responsabilidades, y sobre todo la promoción e impulso de una nueva cultura digital que exige dignidad, límites y obligaciones.

Sin duda, el futuro de los proyectos entorno a la interacción de las personas con la industria tecnológica, deberá contener una planificación y estrategias de alfabetización digital que permitan reivindicar a las tecnologías como herramientas y corregir las problemáticas hoy generadas con la inteligencia artificial, producto de una sociedad ignorante, desinformada y con una crisis identitaria, motivado por un capitalismo tardío e incluso ahora por un ciber capitalismo.

Fuentes consultadas

DIGITAL REPORT, 2023. Véase en: https://t.ly/bNIC

DIGITAL REPORT, 2023. MÉXICO. Véase en: https://t.ly/hLFph

PONCE, V. 2012. Monográfico: Redes Sociales. Véase en: https://t.ly/MS_n

LANIER, Jaron, 2014. Contra el Rebaño Digital. Ed. Penguin Random House.

CARTA DE LOS DERECHOS DIGITALES, ESPAÑA, 2021. Véase en: https://t.ly/APgv

GUERRERO MARTÍNEZ, Rodolfo, 2021. Derecho Procesal Convencional Interamericano. Véase en: https://t.ly/sWvy

 

 

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Ro­dol­fo Gue­rre­ro es abo­ga­do por la Be­ne­mé­ri­ta Uni­ver­si­dad de Gua­da­la­ja­ra y maes­tro en de­re­cho con orien­ta­ción en ma­te­ria Cons­ti­tu­cio­nal y ad­mi­nis­tra­ti­vo por la mis­ma casa de es­tu­dios. Es So­cio Fun­da­dor y Re­pre­sen­tan­te Le­gal de la So­cie­dad Ci­vil Cof­fee Law “Dr. Jor­ge Fer­nán­dez Ruiz”. So­cio fun­da­dor de la Aca­de­mia Me­xi­ca­na de De­re­cho “Juan Ve­lás­quez” A.C. Ti­tu­lar de la Co­mi­sión de Le­gal­tech del Ilus­tre y Na­cio­nal Co­le­gio de Abo­ga­dos de Mé­xi­co A.C. Ca­pí­tu­lo Oc­ci­den­te. Vi­ce­pre­si­den­te de la Aca­de­mia Me­xi­ca­na de De­re­cho In­for­má­ti­co, Ca­pí­tu­lo Ja­lis­co.