Ecuador.

El archipiélago de Galápagos, a 900 kilómetros de la costa ecuatoriana, tendrá garantizado, por los próximos 18 años, un presupuesto cercano a US$ 450 millones para su protección, en lo que constituye un ensayo mundial del mecanismo de canje de deuda por conservación de la naturaleza.

Según anunció el gobierno ecuatoriano esta semana, se trató de una operación financiera en la que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgó una garantía de US$ 85 millones mientras la Corporación Financiera de Desarrollo de Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés) aportó un seguro de riesgo político por US$ 656 millones para facilitar que Ecuador recompre parte de su deuda pública existente en mejores términos. Este movimiento le permite al país un ahorro de más de US$ 1.126 millones. El banco Credit Suisse coordinó la operación.

A cambio de reducir su deuda en esas condiciones, el gobierno ecuatoriano se compromete a destinar US$ 450 millones para crear el Galápagos Life Fund (GLF) y financiar actividades de conservación tanto en la Reserva Marina de Galápagos, como en la Reserva Marina Hermandad.

La primera de estas reservas comprende 13 grandes islas en un área de 40 millas náuticas en las que conviven cerca de 3.500 especies. La segunda se extiende por casi 60.000 km2 desde el archipiélago hasta la frontera marítima costarricense.

Pablo Arosemena Marriott, ministro de Economía y Finanzas de Ecuador, a través de un comunicado de prensa resaltó que gracias a este mecanismo “Ecuador protege sus activos naturales irreemplazables, reduce la deuda pública, aumenta la estabilidad fiscal y crea oportunidades para satisfacer otras necesidades básicas como la atención médica y la educación”. La cifra pactada no es menor. Corresponde a 3 por ciento del total del pasivo externo del país que ronda los US$ 48.129 millones.

Ilan Goldfajn, presidente del BID, también a través de un comunicado de prensa, dijo que la operación “es un ejemplo de cómo la región no sólo está abordando los desafíos globales, sino que también está siendo parte de la solución, convirtiéndose en pionera en enfoques e instrumentos innovadores que pueden ser replicados y escalados a nivel mundial”.

La Reserva Marina de Galápagos comprende 13 grandes islas en un área de 40 millas náuticas. Cuenta con más de 3.500 especies, 25 por ciento de las cuales son organismos marinos endémicos. Crédito: Alex Hearn.

Natalia Arango, directora del Fondo Acción en Colombia, iniciativa privada sin ánimo de lucro dedicada a inversiones sostenibles en ambiente y niñez, explicó a SciDev.Net a través de una llamada telefónica que los canjes de deuda por naturaleza “son mecanismos muy viejos” contemplados incluso en el Convenio sobre la Diversidad Biológica que están despertando un renovado interés.

De hecho, el Fondo Acción comenzó a gestarse en 1993 cuando el gobierno de Estados Unidos y el de Colombia pactaron un alivio de deuda para redirigir fondos a temas ambientales y de infancia. En ese momento se destinaron cerca de US$ 42 millones a ese objetivo y en 2004, después de creado oficialmente el Fondo Acción, se sumaron otros US$ 10 millones.

En enero de 2023, el presidente de Colombia Gustavo Petro, durante su participación en el Foro de Davos, retó a los países desarrollados a considerar estas propuestas:  “¿Por qué no se canjea, se cambia, la deuda que tienen los países y los procesos productivos por acción climática, de tal manera que se liberaran recursos presupuestales para acometer la adaptación y la mitigación? ¿Por qué no se desvaloriza la deuda mundial, lo cual significa también un cambio del sistema del poder?”.

Sandra Vilardy, viceministra de Ambiente de Colombia, explicó a SciDev.Net vía telefónica que la razón por la que el canje de deuda y otros mecanismos financieros innovadores están cobrando fuerza se debe a que los actuales mecanismos están demorando en hacerse efectivos mientras el tiempo para mostrar resultados climáticos se acorta.