Ciudad de México.
A veces la mejor forma de sensibilizarnos frente a un problema es jugando, por eso me gustó saber que el videojuego JCheemnáa, que significa navegante en maya, fue el ganador de la séptima edición del Ocean Hackathon México (2-4 de diciembre), una competencia en la que cinco equipos trabajaron durante 48 horas en propuestas para cuidar el mar y los océanos.
La protagonista del videojuego es Itza, una niña que tiene que enfrentar distintos retos para conservar el patrimonio cultural subacuático de Alacranes, la estructura arrecifal más grande del Golfo de México y un reservorio extremadamente rico y diverso de peces, algas y pastos, que conviven con los arrecifes y todos los barcos que naufragaron desde principios del siglo XVI, por lo que tiene un valor ecológico y arqueológico enorme.
Louise Leick, encargada de comunicación y prensa del Instituto Francés de América Latina (IFAL), que promueve el evento, me contó que la iniciativa de crear un hackathon dedicado a la preservación de los océanos, primero a escala local y luego a nivel mundial, nació de la organización Campus Mondial de la Mer, en Brest, “la primera comunidad francesa dedicada al conocimiento y la valorización de los recursos marinos”.
Desde 2016, el Campus Mondial de la Mer, junto con otras organizaciones francesas, organizan diversos Ocean Hackathon en países como Sudáfrica, Francia, España, México y Chile, con el objetivo de juntar a especialistas de la ciencia y la programación a resolver desafíos a través de la colaboración.
Louise también me dijo que la competencia se basa en el uso de bases de datos digitales que “permiten crear proyectos con una información exacta sobre las problemáticas de los océanos” y aportar soluciones.
En otras ediciones del Ocean Hackathon, por ejemplo, un equipo desarrolló una app que detecta y alerta sobre animales arrastrados por las olas en las costas chilenas. Otro equipo creó “Pesca Data”, app que sirve para identificar las especies de peces en peligro de extinción y favorecer una pesca sustentable en Sonora, al norte de México.
En la edición 2022 de México, pude ver otras propuestas prometedoras, como una página web para promover el consumo de pescado a partir de la pesca sustentable, y un mapa interactivo para ayudar a las comunidades de pescadores a identificar cuándo y dónde pescar.
La importancia de Alacranes
Como muchos arrecifes en el mundo, Alacranes enfrenta amenazas importantes. La pesca ilegal, el cambio climático y la falta de protección para el patrimonio subacuático están mermando la plataforma, poniendo en peligro la vida de un sinfín de especies marinas y relaciones ecológicas dentro y fuera del mar.
Paola Robledo, la diseñadora gráfica del videojuego JCheemnáa, me contó que su equipo quiso “visibilizar la problemática y retos que conlleva la conservación y preservación del patrimonio cultural en Arrecife Alacranes asociados a la contaminación, el turismo poco sustentable, el saqueo de piezas arqueológicas, los estragos del cambio climático y la falta de regulación de las actividades de pesca”.
El videojuego está diseñado para que niños y niñas de entre 7 y 12 años “aprendan y reconozcan que toda acción tiene consecuencias, y que ellos tienen el ‘superpoder’ de tomar decisiones” para proteger el arrecife. Esas decisiones involucran “no depredar corales, avisar a la autoridad en caso de ver un saqueo, no perturbar a la fauna y flora del lugar y recoger la basura, etcétera”, me dijo Paola.
Aunque en un fin de semana lograron el demo, el equipo seguirá trabajando para participar en el mundial de Brest, en Francia, en febrero de 2023, donde competirán contra los ganadores de los otros Ocean Hackathon del resto del mundo.
En las 48 horas de este fin de semana, pude ver cómo los equipos pasaron del entusiasmo inicial al estrés, el cansancio y la frustración. Pero, al final, creo que el mayor aprendizaje para ellos fue el trabajo colaborativo.
“Creo que formar equipos multidisciplinarios te nutre mucho, porque te saca de tu zona de confort y te abre al conocimiento de otras áreas”, dijo la ilustradora de videojuegos Elizabeth González.
Paola también lo cree. “La creación de videojuegos es un arte complejo, se necesita la parte tecnológica, la artística, la logística, la científica (…). No siempre es fácil poder conjuntarlas, pero tener diferentes disciplinas nos ayudó mucho a poder crear este proyecto a un gran nivel en tan poco tiempo y llegar a un demo real y funcional”.
Por: Aleida Rueda en SciDev.Net América Latina y el Caribe.
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