Chile.

En Antofagasta hablar de cotorra argentina es una novedad, pero en la zona central el tema es diferente, pues allá esta ave exótica que llegó a Chile como mascota en los años 80, lleva largo tiempo causando problemas debido al rápido crecimiento de su población.

Pero aunque en nuestra ciudad pocos la identifican, la cotorra argentina ya está presente. En el Parque Brasil es fácil verla en las copas de los árboles. La cotorra argentina es un ave no natural de la zona y por lo mismo su presencia puede tener efectos negativos.

“Si para eso hay que analizar bien cómo se sobreponen algunas necesidades o usos que hacen estos animales del alimento o del territorio. Entonces, cuando tenemos especies que se sobreponen, esas especies a las cuales se les sobreponen los invasores, como el caso de esta cotorra, están más expuestas a verse afectadas. Entonces los que están más en riesgo, diría yo, que son los chincoles, que nos interesa mucho a los chincoles, porque los chincoles son un ave nativa de todo Chile, especialmente en el norte de Chile”, dijo Carlos Guerra. 

De momento la especie ha sido detectada en áreas urbanas de la ciudad como el Parque Brasil y Plaza Bolívar, por lo que su impacto aún sería acotado.

“Pero sí, estas aves, por alguna razón, comienzan a encontrar hábitats propicios para ella en los ambientes naturales, entonces ahí el problema se acrecienta porque tenemos el caso de la Quebrada de La Chimba, que es un hábitat natural, tiene un ecosistema natural y así como ese hay varios otras quebradas por acá que tienen otras especies, que no vemos mucho en la ciudad”, comentó Carlos Guerra.

 Se ha reproducido sin control gracias a su increíble capacidad de adaptación a distintos ambientes, lo que además la ha llevado a ser considerada en Chile como una plaga incluida en el listado de las 27 especies exóticas más peligrosas para la biodiversidad local.

“Y una de las medidas es reducir la tasa de natalidad y la reducción de la tasa de natalidad, se resuelve quitándole el espacio y dándole los nidos. En fin, hay una serie de medidas que se pueden tomar para controlarla, reduciendo la tasa de natalidad o la producción de ella. Es una de las formas y uno se maneja con una población estable, digamos, pero controlada”, explicó Carlos Guerra.

La cotorra argentina se transformará en un habitante permanente del norte, como ya lo ha hecho en la zona central y sur del país. Solo el tiempo lo dirá. Por ahora esta singular y bella ave sigue sorprendiendo a las y los antofagastinos con sus sonidos y rápidos vuelos en el Parque Brasil.

Por UESTV