Por: Durruty de Alba (México).

El sentido de esta confrontación y el mito de Bruno como mártir por sus creencias científicas fue expuesto de manera concisa en The Warfare of Science (1876) por Andrew Dickson White, quien, junto con su contemporáneo John William Draper, hizo mucho para establecer el tono moderno del conflicto histórico entre la religión y la ciencia.

Jole Shakelford en Galileo goes to Jail and other Myths about Science and Religion, Harvard University Press, Cambridge MA & London UK (2009), p. 60

Una de las virtudes de asistir presencialmente a los congresos académicos, además de la riqueza propia de la interacción cara a cara con los colegas y especialistas del tema que se trate, es la posibilidad de hacerse de materiales de interés sobre los cuales difícilmente nos hubiéramos enterado oportunamente de su existencia desde la virtualidad donde fuimos confinados por la pandemia debida a la COVID-19, y ejemplo de ello son dos de los títulos utilizados para elaborar esta nota.

En ocasión de una de mis participaciones en el Taller Bienal de Historia de la Astronomía celebrado en 2009 en la Universidad de Notre Dame, durante la escala obligada por el viaje en la ciudad de Chicago, conseguí en lo que era mi acostumbrada visita a la ya desaparecida y magnífica librería Borders frente al jardín y conjunto de la Water Tower que sirviera de inspiración a varias de sus obras al ingeniero Guillermo de Alba, entre ellas la sede del CIESAS de Occidente, el ejemplar del cual extraje el epígrafe de este artículo, y cuyo tema desgranaré siguiendo esa y otras lecturas.

Editado por Ronald L. Numbers, Hilldale Professor de Historia de la Ciencia y Medicina y Estudios Religiosos en la Universidad de Wisconsin-Madison, Galileo goes to Jail and other Myths about Science and Religion es el resultado de un taller desarrollado en la Universidad de la Columbia Británica en 2007.

El libro aborda un total de 25 mitos en sendos capítulos sobre las interacciones ciencia-religión, el mito 7 es “Que Giordano Bruno fue el primer mártir de la ciencia moderna”, y el autor del capítulo, el profesor del Programa para la Historia de la Medicina y Ciencias Biológicas de la Universidad de Minnesota Jole Shackelford pasa revista a trabajos de diferentes autores que a lo largo de la historia abonaron a la creación y mantenimiento del mito, pues las principales acusaciones en contra del Nolano por parte del Tribunal del Santo Oficio eran concernientes a: (1) la Trinidad, la divinidad y la encarnación; (2) la existencia de múltiples mundos; (3) las almas de humanos y animales; y (4) el arte de la adivinación.

En el año de 2010 tuvimos oportunidad de asistir en Zacatecas a un coloquio de historia de la ciencia en el cual se presentó el libro Giordano Bruno y el pensamiento renacentista (Texere Editores, Zacatecas 2010) cuyo autor el doctor en Filosofía Luis Felipe Jiménez en tres cartesianos capítulos. I. La base epistémica del Renacimiento, II. La revolución metafísica y cosmológica y III. Contra-escépticos y reformistas: un nuevo ethos más dos apéndices hila su ensayo filosófico en torno al personaje y su obra que se inscriben en el inicio de la ruptura del pensamiento renacentista.

Sobre el fin de quien fuera fraile dominico escribe el doctor Jiménez: “La escena protagonizada por Bruno en el Campo de Fiore al amanecer del siglo XVII fue el símbolo de lo que sería una reacción contra las audaces aventuras del Renacimiento” (Op. Cit. p. 138).

Las librerías de viejo también nos guardan sorpresas, sobre el tema Bruniano recién encontré una prometedora novela escrita por la bióloga egresada de la Facultad de Ciencias de la UNAM Laura Vit, dividida en tres partes: las cronológicas 1548-1576 y 1576-1600 y la titulada Informe oficial de Roma, hasta lo que en este punto he leído puedo apreciar las dotes de ensayista y narradora de la autora, la novela en su lectura nos incita a profundizar el relato presentado en las fuentes históricas.

Foto: Durruty J. de Alba Martínez

Citado en el capítulo de Shackelford, el libro de Michael White, director de Estudios Científicos del D’Overbroeck’s College en Oxford, Inglaterra y editor de ciencia en la revista GQ, The Pope & the Heretic.  The True Story of Giordano Bruno, the Man Who Dared to Defy the Roman Inquisition (William Morrow, New York, 2002) en un total de diez capítulos más tres apéndices cubre vida, obra e influencias del fallecido por hoguera en la plaza romana de Campo de’ Fiori, acota White:

“Sin embargo, el interés más profundo de Bruno y sus ideas más poderosas no provenían de su fascinación por la memoria o incluso la filosofía pura, sino por su perspectiva religiosa. Su mayor logro fue mezclar, amalgamar nociones aparentemente desconectadas, fusionar la ciencia con el dogma cristiano, el hermetismo con el copernicanismo, para lograr una gestalt espiritual” (Op. Cit. pp. 207-208).

Finalmente tenemos para aproximarnos a Bruno y su obra, la edición en la colección popular de Gredos de sus libros La cena de la cenizas, originalmente publicada en español por la mítica Editora Nacional española, De la causa, el principio y el uno y Del infinito: el universo y los mundos, que ha sido todo un boom para avezados revendedores quienes a pesar de que supuestamente se distribuyó en puestos de periódicos ha alcanzado precios de verdadero escándalo.

El estudio introductorio corre a cargo de Miguel Ángel Granada, catedrático de Historia de la Filosofía del Renacimiento en la Universidad de Barcelona, y el muy intenso texto del doctor Eugen Drewermann, quien estuviera tiempo ha para presentar dicha obra, Giordano Bruno o El Espejo del Infinito (Herder, Barcelona, 1995) en el auditorio del ahora Sistema de Enseñanza Media Superior de la Universidad de Guadalajara.

Foto: Durruty J. de Alba Martínez

***

Du­rruty Jesús de Alba Martínez es licenciado en Física adscrito al Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), dedicado a la divulgación e historia de la ciencia. Desde 1990 escribe sobre dichos temas en distintos medios de comunicación de Jalisco, México. Es miembro de la Sociedad Mexicana de Física, la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y la Tecnología, del Departamento de Estudios Históricos de la Arquidiócesis de Guadalajara y de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.