Tres décadas después registran presencia de nutria en Laguna de Atotonilco, Jalisco

Por: Mayra Vargas / Jalisco, México.

En 1989 es el último registro que se tiene de la presencia de nutria (Lontra longicaudis), en la Laguna de Atotonilco, Jalisco. Ahora 31 años después, la especie fue registrada nuevamente, en esta ocasión por Guillermo Brito Ríos y Carol Flores del Real, estudiantes del doctorado en Ciencias en Biosistemática, Ecología y Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas (BEMARENA) en la Universidad de Guadalajara.

El registro de hace 31 años lo realizó Juan Pablo Gallo Reynoso, investigador dedicado a estudiar la ecología de poblaciones, la ecofisiología de los mamíferos acuáticos y aves marinas. Después de eso, durante prácticamente tres décadas se dejó de monitorear la presencia de la nutria en la zona. Pero fue el 26 de junio pasado que se confirmó que la especie continúa habitando el lugar.

El monitoreo comenzó en mayo de este año con el trabajo de campo y la colocación de cámaras trampa de los estudiantes del Centro Universitario de la Costa Sur y apoyados de la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Lagunas (JIMAL).

En entrevista, Guillermo Brito Ríos, quien se ha dedicado al estudio de estos mamíferos desde hace más de seis años, explicó que esto forma parte de la investigación de su tesis de doctorado, en el que estudia la distribución de la nutria en Jalisco:

“Nos dimos a la tarea de buscar a la especie en las lagunas, lagos, presas de Jalisco y fuimos a esta laguna de Atotonilco, que está en el municipio de Villa Corona y encontramos que en el lado de la laguna que está con vegetación bien conservada, rastros indirectos de la especie, que son huellas, excretas y madrigueras”.

Estos elementos dieron indicios de la presencia de la especie en el lugar. La JIMAL también tenía interés en el monitoreo de fauna de la zona, por lo que tanto los doctorantes como la dependencia se vincularon, lo que resultó en el registro de un individuo:

“Hicimos un convenio en el que nosotros íbamos a monitorear la laguna mediante la colocación de cámaras trampa, las instalamos desde el mes de mayo de 2020 y en el primer mes salió un individuo de nutria, al parecer adulta, no sabemos si es un macho o una hembra, pero eso ya nos da indicios para saber que efectivamente ahí se encuentra la especie”.

De acuerdo con Brito Ríos, históricamente la nutria ha tenido presencia en dicha región y aunque el último registro fue en 1989, prácticamente se dejó de monitorear, hasta este año:

“Básicamente había un registro histórico, muy antiguo desde hace más de 30 años y sí nos llamó la atención, porque la gente no sabía ni siquiera que había, cuando nosotros encontramos este video de la especie, de este individuo, pues nos prende las alertas porque nos damos cuenta que desde hace 30 años no se registraba la especie aquí”.

Aunque la cámara trampa solamente registró un individuo, el investigador aseguró que hay más de uno, debido a los elementos que se han encontrado en el lugar:

“Sabemos que hay más de uno, por las letrinas que hemos encontrado y obviamente donde hay un individuo es señal de que hay una población, sería muy raro que en un hábitat, una zona determinada hubiera nada más un individuo que estuviera viviendo ahí solo”.

Durante el trabajo de campo han contabilizado alrededor de cinco letrinas en distintas partes de la laguna, pero aún no se podría determinar el número exacto de nutrias que habitan el lugar.

Para Brito Ríos el monitoreo y registro de esta especie en esta zona de Jalisco es muy importante, pues la nutria tiene una importancia ecológica y es algo que él describe como “paraguas”, es decir que su presencia controla de manera directa e indirecta otras poblaciones de animales. También es una especie indicadora de la calidad del hábitat.

“Lo que nos dice su presencia es que la laguna tiene todavía ciertas características que pueden decir que es un hábitat conservado, entonces eso nos da pauta para seguirla estudiando y conservando, no solo para mantenerla, sino también para mejorar el hábitat de la zona”.

JIMAL, busca preservar y convertir en Área Natural Protegida

Desde hace tiempo la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Lagunas (JIMAL), se ha interesado en restaurar los cuerpos acuíferos, en este caso de las tres lagunas: la de Atotonilco, la de San Marcos y la laguna de Sayula, además del monitoreo de fauna silvestre de cada lugar. En el caso de Atotonilco, de acuerdo con Jesús Cortés Aguilar director de la dependencia, originalmente el proyecto de monitoreo no se enfocaba en la nutria, sino en todas las especies presentes:

“Es bien sabido que la fauna representa un indicador de calidad de hábitat, entonces era imprescindible hacer estos muestreos para tener algunos indicadores de la presencia de algunas especies. No nació originalmente el proyecto específicamente para nutria, sino que era un monitoreo de fauna general”.

El registro de la nutria en Atotonilco 30 años después es una buena noticia para la JIMAL, pero también para Cortés Aguilar representa una preocupación por mantener las buenas condiciones del hábitat:

“Nos da gusto que se mantengan algunas especies indicadoras en la región, hemos tenido avistamientos de linces, que también se consideran como indicadores de calidad de hábitat y algunas otras aves. Pero también nos da un poco de preocupación el hecho de que se esté perdiendo el hábitat y que tengan que migrar a otros sitios, es por eso la importancia es la conservación”.

En estos años hubo una falta de atención en el monitoreo. Dentro de los 30 años no se tomaron acciones de conservación para las especies, esta situación para el titular de JIMAL, es una oportunidad de diseñar estrategias de conservación y también de educación ambiental con las personas.

La intención ahora es continuar con el monitoreo y el proceso de restauración del hábitat, pues reconoce que las condiciones actuales son complejas:

“Lamentablemente el hábitat del lugar ha sido afectado por muchos factores, desde el uso indiscriminado de agua, la contaminación del sitio por agroquímicos etc, entonces esto nos preocupa a nosotros, porque estamos como en una situación bien crítica, entre si se quedan las nutrias y muchas otras especies o se van, porque la calidad del sitio se ha puesto en una cuerda muy frágil”.

Además de estas acciones que pretenden ejecutar, la JIMAL buscará junto con la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), presentar un proyecto en el corto o mediano plazo, para que la zona de la Laguna de Atotonilco se eleve a alguna categoría de Área Natural Protegida (ANP), con la intención de proponer programas de manejo, restauración y obtener recursos y apoyo técnico para su conservación.