Argentina.

El metro de la ciudad argentina de Buenos Aires se convirtió en una biblioteca pública andante para conmemorar el Día del Lector, una fecha que rinde homenaje al escritor Jorge Luis Borges y también celebra la pasión y entusiasmo por los libros. La propuesta se desarrolló a lo largo de la línea D del Metro Capitalino, donde usuarios compartieron viajes leyendo entre las estaciones terminales catedral en el centro y Congreso del Tucumán en el norte.

La actividad fue organizada por subterráneos de Buenos Aires S.E., es base, e impulsada por la booktuber Cecilia Buona, quien busca promover la lectura como actividad colectiva. El evento consistió en hacer un viaje en metro leyendo a lo largo de la línea D e incluyó no solo la lectura, sino también el intercambio de libros entre los presentes. Allí, en diálogo, la profesora de letras Josefina Delgado, quien se desempeñó como subsecretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y como subdirectora de la Biblioteca Nacional, explicó que el sistema de transporte público subterráneo se ha vuelto amigable con el libro.

Y realmente el subterráneo que atraviesa toda la ciudad, en distintas líneas y en distintos sectores, es un lugar ideal para leer y para mostrar lo que se lee”, dijo Delgado.

La acción se inscribió en el ciclo denominado «Jornadas Borges», organizadas por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, para celebrar el nacimiento del escritor Jorge Luis Borges, el 24 de agosto de 1899. La programación incluye visitas guiadas, talleres de lectura, cine, debate y espectáculos de narración y poesía, además del Premio Joven Lector, que se entrega cada año.

Desde 2012, cada 24 de agosto se celebra en Argentina el Día del Lector, en conmemoración a Borges, autor de obras maestras como Ficciones y El Aleph. La «suelta» (liberación) de ejemplares, cedidos por la Dirección General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura del Gobierno de la ciudad, incluyó textos de escritores como Mario Vargas Llosa, José Saramago, Virginia Woolf, Mario Benedetti, Julio Verne, Agatha Christie, Alfonsina Storni y J. M. Coetzee, entre otros, que fueron distribuidos en asientos, molinetes de acceso y escaleras de ingreso al sistema.