México.

Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), crearon el primer modelo tridimensional para analizar el interior del volcán mexicano Popocatépetl, mediante inteligencia artificial, IA, sismología avanzada y exploraciones a más de 4 mil 200 metros de altitud.

La novedosa herramienta permite conocer la estructura interna de uno de los volcanes más activos y emblemáticos de México, además de resolver interrogantes sobre la existencia de cámaras de magma, optimizar labores de monitoreo y actividades para la prevención de desastres, así como anticipar de mejor manera futuras erupciones. 

“Lo que nosotros estamos obteniendo es un mapa tridimensional que nos dice qué tan rápido o que tan lento viajan las ondas sísmicas. A partir de esto nosotros podemos hacer inferencias acerca del tipo de material por el cual están viajando”, relató Karina Bernal, investigadora. 

La investigadora del proyecto mencionó que lo que se hace es tomar una radiografía del interior del Popocatépetl y observar cómo se propagan las ondas sísmicas dentro de él. Bernal le explicó que obtener este mapa permite también disponer de localizaciones de sismos de manera precisa, así como conocer mejor el trayecto en el que viajan las ondas y descubrir el factor que las genera. 

“El mismo sistema que nos permite identificar sismos que más bien estén asociados al movimiento de gases o de líquidos dentro del volcán. Y la segunda parte en la cual está jugando la inteligencia artificial es que nos puede dar de forma muy precisa el tiempo exacto en el que está llegando… Bueno, claro, con cierta incertidumbre, con cierto grado de error, el tiempo en el que está llegando la primera onda sísmica”, dijo Bernal 

A decir de Bernal, la IA puede agilizar procesos, pero no reemplaza a los científicos, pues, son los especialistas quienes entrenan al modelo, validan sus resultados e interpretan lo observado.

Para obtener el modelo tridimensional, un equipo liderado por Marco Caló, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, hacía un recorrido a pie de alrededor de 20 kilómetros a más de 4 mil 200 metros de altura con el propósito de instalar, mantener y recuperar instrumentación relacionada con la herramienta.