Nicaragua.

Nicaragua está tomando medidas pioneras para proteger su vida silvestre con la instalación de cámaras trampa en sus ecosistemas. La estrategia, implementada desde 2023 por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales, Marena, ha logrado avances importantes en el monitoreo de especies en peligro de extinción en las 76 áreas de conservación ambiental del país centroamericano.

“Nos hemos podido verificar, por ejemplo, la presencia de un gran número de mamíferos, de reptiles, felinos, que están en el área y eso nos sirve para documentar y para confirmar su presencia en este tipo de áreas”, destacó Rene Castellanos, director general Marena.

En el Parque Nacional Volcán Masaya, a 23 kilómetros de la capital Managua, las cámaras trampa se instalan estratégicamente para capturar imágenes y video de la fauna que frecuentan los abrevaderos de agua durante la temporada de verano. Cada 40 días, el equipo de expertos obtiene el material para monitorear el comportamiento de los animales y su interacción con el entorno. 

“Podemos ver que los animales se están reproduciendo y ese es un indicador de que están en un medio saludable, que se están desarrollando en un hábitat conservado y que están tranquilos, o sea que no están siendo ni amenazados, ni vulnerables”, destacó Castellanos

A nivel nacional, este seguimiento ha revelado no solo la presencia de especies migratorias, sino también la de animales esclavos de la región centroamericana, como el jaguar y el danto, tapir, cuya preservación es crucial para la salud de los ecosistemas. El material audiovisual se utiliza para actividades de educación ambiental y para promover la protección de estas especies, pues la visión del ministerio es que las comunidades vivan en concordia con la naturaleza.

“Realmente en las comunidades, cuando introducimos a nuestros hijos, a nuestros nietos, incluso a veces van a las escuelas y hablan de la flora, las faunas, de nuestra área, los bosques”, dijo Gustavo Sandino, habitante de la comunidad La Sabanita.

Este año se espera ubicar las cámaras en otras áreas de conservación y obtener más datos de especies que son poco comunes.