México.

Para todos los que hemos cruzado química en secundaria, el nombre de elementos como cloro, aluminio, oro, plomo, hidrógeno o fósforo no son extraños y hasta podemos localizarlos en la tabla periódica. También recordamos que el maestro nos indicó que en un rincón inferior, como olvidado de esa tabla, se encontraban los elementos de las tierras raras con nombres estrambóticos difíciles de memorizar.

Además, eso de tierras raras nos hacía creer que no eran útiles. Es muy probable que varios de estos elementos estén a menos de un metro de distancia del sitio en que te encuentras. Si tienes una computadora o tableta y cuando enciendes la luz brilla su pantalla es debido al europio. El indio inter construido en el material de la pantalla permite que puedas encenderla con el mero roce de tus dedos.

La información que buscas en internet llega a ti gracias a que estas supercarreteras de información están pavimentadas con erbio. ¿Te gusta trabajar en tu computadora oyendo música? Esos audífonos de tecnología de punta funcionan muy bien porque sus magnetos son de neodimio.

La demanda de los elementos de las tierras raras se ha centuplicado en los últimos años y no solo debido a la gran producción de aparatos y artilugios electrónicos. Las turbinas para generar energía eléctrica y la industria de autopartes no funcionarían sin estos elementos de nombres extraños. Hay un solo grave problema, además de ser raros, hoy se reporta una escasez crítica de todos estos elementos.

Por: Dirección General de la Divulgación de la Ciencia (UNAM).