Algoritmos, ¿demonios modernos?”: Reflexiones sobre tecnología y capitalismo en la FIL Guadalajara

Guadalajara, Jalisco.

En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se llevó a cabo la conferencia “Algoritmos, ¿demonios modernos?”, una plática entre el escritor y físico español Agustín Fernández Mallo y la física mexicana Julia Tagüeña Parga. Con un auditorio lleno, ambos ponentes exploraron cómo la ciencia y la tecnología configuran nuestra percepción de la realidad y transforman nuestras identidades.

Fernández Mallo, conocido por el concepto de poesía postpoética y su narrativa en obras como Nocilla Dream, habló de cómo los algoritmos generan narrativas que moldean nuestras emociones y deseos. “Estamos dejando partes de nosotros mismos en la red: recuerdos, emociones y hasta decisiones. Es un capitalismo de emociones, donde las plataformas convierten nuestros anhelos en un producto comercializable”, comentó aludiendo al concepto de “emo-capitalismo”.

Por su parte, Julia Tagüeña Parga, reconocida por su trabajo en física del estado sólido y divulgación científica, propuso una perspectiva más técnica sobre los algoritmos y su relación con sistemas complejos. «Los algoritmos son herramientas poderosas que nos permiten entender el mundo, pero al mismo tiempo, son construcciones humanas que reflejan nuestras limitaciones y prejuicios», afirmó. Tagüeña también habló sobre el miedo inherente del ser humano a ser sustituido por máquinas.

La conversación abordó temas profundos como la construcción de la identidad en la era digital y el rol de la inteligencia artificial. Fernández Mallo planteó preguntas provocadoras: “¿Qué pasará cuando una inteligencia artificial reclame derechos? ¿Estamos preparados para ello?”, pero también resaltó que, aunque los algoritmos simulen emociones humanas, carecen de la conciencia histórica y el miedo a la muerte que define nuestra humanidad.

La conferencia cerró con una sesión de preguntas sobre el futuro de la inteligencia artificial y lo que nos espera: “Los algoritmos no son demonios ni dioses; son espejos que amplifican lo mejor y lo peor de nosotros”, concluyó Fernández Mallo.

Por: Bernardo Enriquez / NCC Iberoamérica.

Fotografía:  Leslie Almanza / NCC Iberoamérica.