Chile.

Chile celebró la víspera de la segunda competencia de bote de dragón, protagonizada por las Remadoras Rosas, un movimiento global dedicado a la rehabilitación de mujeres supervivientes de cáncer de mama a través de este deporte chino, en una dimensión física y psicológica.

Este 19 y 20 de octubre, mes del cáncer de mama, se llevó a cabo una carrera en las aguas de la laguna Carén de Santiago, en terrenos de un antiguo fundo ganadero de 1,000 hectáreas, bajo la organización de Fortale-Senos, el Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás y el apoyo de la Embajada de China en Chile.

«Ellas son hermanas, son compañeras y esa es la magia que tiene el bote de dragón, que hace que esencialmente tú tengas una mancomunión, una unión y una solidaridad entre todas las muchachas que han sido diagnosticadas y que tienen esa causa común», señaló Mónica Hernández (58), fundadora del equipo Fortale-Senos, el primero de su tipo en Chile.

Fortale-Senos es uno de los 18 equipos femeninos de botes de dragón que existen en Chile, entre los más de 300 que han formado en todo el mundo las llamadas Remadoras Rosas.

La inspiración provino del médico canadiense, Donald Mckenzie, quien descubrió que este tipo de trabajo físico evita la inflamación producida en los brazos por la extracción de ganglios linfáticos, como parte del tratamiento contra el cáncer, y contribuye a la movilidad articular.

Los beneficios físicos son rehabilitación corporal, mejorar el rango de movimiento, mejoran la elongación, mejoran la tonicidad, mejoran la resistencia. Físicamente te mejora por completo, pero además lo emocional es impensado, estar en contacto con el agua, en contacto con la naturaleza, a ella las libera de la tensión de la sombra del diagnóstico”, agregó Hernández.

Las deportistas chilenas ya han representado a su país en certámenes organizados en Argentina, Brasil y Panamá, y se preparan para competir en el torneo mundial de remo en botes de dragón en Francia (2026).

El movimiento de las Remadoras Rosas busca concientizar sobre la enfermedad, medidas de prevención y chequeo a tiempo, así como sumar cada vez más mujeres al bote de dragón, cuyo ejercicio, aseguraron, contribuye a «sanar el cuerpo y el alma».