Los niños totonacas sí pueden volar

Veracruz, Mexico

Cuentan que a través de los sueños, un abuelo totonaca buscó a jóvenes que no tuvieran pecado, para ofrendar por medio de un ritual, y así pedirle al Sol que volviera a llover. El ritual ancestral de los voladores de Papantla, es hablar de la raíz de la tierra de los tres corazones.

En lo más alto los “hombre pájaro” tienen una cuerda atada a la cintura. Por más de 600 años este ritual se ha llevado a cabo, es patrimonio de la propia humanidad, es riqueza indígena que vive a través del tiempo, se ha trasmitido de generación en generación porque entre los totonacas se lleva en las venas.

La escuela de los “niños voladores” tiene ese fin, preservar sus raíces y costumbres para que la tradición no se pierda. Al niño se le tiene que brindar confianza en todo momento, son valientes a pesar que los nervios siempre estarán presentes.

Desde los seis años los pequeños pueden empezar a descubrir sus aptitudes como “voladores”. Muy temprano llegan con su indumentaria blanca, dentro de las aulas se les enseña la lengua totonaca, los valores y cada paso de la representación de la ceremonia y el ritual.

Al final de cuentas es sentirse orgulloso de sus de lo que son. Sarahí es un caso excepcional, con diez años e inspirada en su hermano, decidió “volar”.  “Siento mucho gusto por que no cualquiera se atreve a realizar el ritual. No puedo explicar lo que siento, solo sé que es algo muy bonito”, añadió la niña.

Es la sonrisa totonaca, son los niños que cuelgan de los pies y descienden alrededor de un tronco que trasmiten el aprecio cultural indígena, es el renacer espiritual de un vuelo ancestral, es gracias a ello que pueden trasmitir la tradición y el conocimiento milenario y que nos demuestran en cada momento que los niños sí pueden volar.

Por: RTV