Brasil
Esta fábrica, ubicada en Sao Paulo, Brasil, no ha sufrido desabasto en ningún momento, pero ahora los bloques de aluminio van a una línea de producción adaptada. Pues en lugar de componentes para aeronaves, las piezas fabricadas servirán para construir máquinas de respiración artificial.
Las máquinas trabajan sin descanso para cumplir a tiempo con los pedidos, aproximadamente dos mil respiradores. En otra fábrica, el plazo para la entrega de dos modelos diferentes de piezas también es corto. A pesar de la situación de emergencia, la iniciativa puede generar nuevos modelos de negocios en el futuro.
En total, en las próximas semanas estarán listas mil 500 piezas, el trabajo de inspección de calidad es minucioso; el ajuste de cada componente no puede fallar. Al final todas las piezas formarán un respirador pulmonar similar al ya utilizado en los hospitales.
La meta es mantener el oxígeno circulando por el cuerpo de los pacientes de COVID-19 que se encuentren en estado crítico. Los equipos diseñados para puertos y compañías mineras, por un fabricante de globos de iluminación, servirán ahora para iluminar hospitales temporales; una iniciativa necesaria para infraestructuras improvisadas que recibirán pacientes de coronavirus.
Por: DW
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