Bolivia.

El uso de pesticidas que acaban con las plagas en los campos de coca, así como el cambio climático y otros factores, amenazan la supervivencia de las abejas en Bolivia.

Los apicultores aseguran que sólo 50 por ciento de las colmenas que tienen, trabajan de manera regular porque hace falta población de abejas. “Los insecticidas utilizados son, mayoritariamente, organofosforados, que derivan del ácido fosfórico, altamente tóxico. Se acumula en el organismo y repercute en el sistema nervioso central”, explicó el entomólogo, Miguel Limachi.

El pesticida permanece en el suelo y las plantas, contaminando a todos las especies que entran en contacto con él, incluyendo a los propios cultivadores, a los niños y sus familias. De acuerdo con la última encuesta de cultivo de coca, presentada en las oficinas de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen, el cultivo de coca incrementó en seis por ciento, en 2017, lo que incrementa 1,400 hectáreas de plantaciones, dando un total de 24 mil 500. Ante la extensión de cultivo, se maneja más pesticida en mayor concentración.

Por: AFP