Madrid. Las termitas son fundamentales en los ecosistemas porque ayudan a reciclar la madera muerta. Sin embargo, con el aumento de las temperaturas pueden expandir su hábitat y tener importantes consecuencias para el ciclo global del carbono en el futuro. Al acabar con la madera muerta de los bosques, estos insectos liberan de esos restos el carbono que contienen en forma de metano y dióxido de carbono, dos de los gases de efecto invernadero...