Ciudad del Cabo, Sudáfrica.- Un día, en lugar de desperdiciarse yéndose por las tuberías, la orina podrá servir para construirse una casa, que será mucho más ecológica y, está garantizado, no olerá mal. Y eso será gracias a unos ladrillos fabricados a partir de orina humana, el último descubrimiento de unos investigadores sudafricanos de la Universidad de Ciudad del Cabo que trabajan en materiales de construcción duraderos y menos perjudiciales...