En el imaginario colectivo habita la idea de que la actividad científica pertenece al ámbito de lo público. El dinero con el que se financia la investigación y el personal que la hace posible pertenecen a él. Por eso, los debates que surgen alrededor de las políticas de ciencia y tecnología suelen centrarse mayoritariamente en cuánto dinero destinan los gobiernos a investigación científica y en cómo de estables o precarias son las...