Viena, Austria.  Las dos grandes aplicaciones de la tecnología nuclear al arte y a la arqueología son el análisis de los objetos para recabar información sobre su antigüedad, composición, origen geográfico, como también para diagnosticar problemas, y la irradiación para limpiar y desinfectar objetos dañados. En esta tecnología, una de las varias que pueden aplicarse al patrimonio artístico, se ‘bombardea’ una muestra con rayos X...