Viena, Austria.  A diferencia del famoso concierto de Año Nuevo y otros espectáculos en Viena, los espectadores de un nuevo ciclo de conciertos especialmente adaptados para personas con demencia sí tienen derecho a levantarse, pasear y hablar. «La gente puede dejarse llevar, bailar, cantar, lo que permite sentir la música mucho más intensamente», dice  Andreas Trubel, un exinformático de 67 años, tras escuchar su tercer concierto del ciclo,...