Un empresario israelí invirtió un millón de dólares en un barco con una maquinaria construidapara limpiar los océanos de aceite derramado y la adaptó para la limpieza de residuos plásticos. Un equipo de 125 voluntarios y 150 estudiantes, se desplegaron en siete kilómetros cuadrados de playas para recolectar los desechos. La embarcación pasó las primeras pruebas, entre los desperdicios se encontraron pedazos de mesas, televisores,...