Por María Luisa Santillán, Ciencia UNAM-DGDC A una profundidad de uno a tres kilómetros debajo de nuestros pies, o inmersos en las entrañas de una montaña, existen laboratorios en los que se miden partículas que llegan del espacio exterior, como la materia oscura y los neutrinos. Son lugares en los que se cuenta con tecnología que parece sacada de una novela de ciencia ficción: grandes esferas de metal y acrílico en cuyo interior se encuentran...