Las ostras y, en general, los moluscos (así como otros grupos de invertebrados) segregan sus conchas a través de un espacio extremadamente reducido (mucho menor de una micra) que existe entre el tejido vivo que segrega la concha (el manto) y la superficie de crecimiento de la concha que existe en todos los moluscos. Este es el llamado espacio extrapaleal (palio=manto). Tiene la forma de una finísima película y está relleno de un fluido acuoso...