EEUU.  Los seres humanos no estamos preparados para vivir en un entorno subacuático: necesitamos bombonas para respirar, trajes de neopreno para protegernos y calentarnos y gafas para ver con claridad. Y en este entorno, nuestras manos no son una excepción. Para los equipos de rescate, arqueólogos marinos, ingenieros de puentes y grupos de salvamento, que usan las manos para extraer objetos y personas del agua, esta limitación llega a ser un...