El cambio climático antropogénico y la expansión humana en hábitats ricos en especies animales han provocado un declive de la biodiversidad mundial, pero cuantificar la gravedad de este deterioro es complejo. Los ecólogos utilizan cada vez más los rastros de material genético que dejan los organismos vivos en el medio ambiente —el denominado ADN ambiental (ADNe)—, para catalogar y monitorizar la biodiversidad. A partir de estas muestras,...