La Paz, Bolivia.
Bolivia cierra el 2023 con un total de 3.508.033 de hectáreas de bosques y pastizales quemadas, informó este jueves el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, en un balance final de gestión.
«Tenemos más de 3.500.000 a esta fecha de diciembre, de los cuales entre 30 y 40% es bosque, el resto es pastizales, áreas de producción para ganado y para soja, trigo y otros«, indicó en conferencia de prensa Rubén Estrada, ministro del área.
Ante la consulta de la AFP, asesores del Ministerio precisaron que son 3.508.033 de hectáreas quemadas, una reducción de 21,46% respecto a 2022, cuando la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT) cuantificó 4.466.540.
Según el ministro Estrada, hay dos factores para la quema de bosques: la actividad humana y los factores climáticos, como el fenómeno de El Niño.
«Incendiaron con premeditación y alevosía. 50 personas están detenidas y puestas bajo la justicia ordinaria por esas quemas», precisó. La Procuraduría General del Estado abrió, por separado, procesos por delitos ambientales.
Un total de 475 campesinos, guardaparques, autoridades administrativas y empresarios fueron citados a declarar.
Quema de bosques.
La quema de bosques es una práctica ancestral en Bolivia de preparación de la tierra para la siembra, aunque la autoridad criticó que colonos y empresarios agropecuarios recurran únicamente a este método.
«Hay más de 20 formas de preparar la tierra y siempre usamos la más fácil que es la quema«, dijo el ministro.
Los departamentos de Beni (noreste), Santa Cruz (este), La Paz y Cochabamba (centro) fueron los más afectados, no solo por las quemas, sino también por la sequía que rompió seis récords de temperatura y dejó a ciudades enteras con restricciones de agua potable, como Potosí (suroeste).
No se cuentan con cifras oficiales de animales muertos por incendios y sofocación. La estatal Universidad Autónoma de Beni José Ballivián calcula más de seis millones, situación peor a la de 2019 cuando se estimó 5 millones de animales muertos.
El gobierno boliviano tiene un proyecto de recuperación de bosques que demanda cerca de 150 millones de dólares, para los cuales se buscará apoyo internacional, según Estrada.
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