Guadalajara, Jalisco.

Como a la gran mayoría de artistas y creadores, a los científicos se les conoce a través de su obra. Sin embargo, son sus hobbies y su vida íntima las que también moldean sus inquietudes y su trayectoria en la ciencia.

Este y otros temas se abordaron en la conferencia de ¡La FIL también es ciencia!”: “La máquina genética”, donde el reconocido biólogo Antonio Lazcano conversó con el Premio Nobel de Química 2009, Venki Ramakrishnan sobre su libro “Gene Machine”, recientemente traducido al español.

Hace poco más de diez años, Ramakrishnan y sus colegas, Ada Yonath y Thomas Steitz, ganaron el Premio Nobel por su trabajo sobre la estructura cristalina del ribosoma. “Puede que este sea un tema ajeno en comunidades no científicas, pero es un punto clave del conocimiento y entendimiento de las estructuras subcelulares para entender la vida diaria, así como peculiaridades tales como la actual pandemia”, mencionó Antonio Lazcano.

Si bien el libro escrito por Venki no es una autobiografía, sí aborda una mezcla entre su vida personal y su búsqueda en la ciencia. En sus palabras, esta obra habla de su deseo sobre ser científico, y más que una historia personal es una historia sobre su profesión.

Uno de los puntos yugulares en la carrera de este biólogo fue el decidir cambiar de disciplina después de obtener un Doctorado en Física en la Universidad de Ohio. Mencionó que ha aprendido a reconocer la incertidumbre como un aspecto positivo e intrínseco de nuestras vidas e incluso en el quehacer científico.

“La mayoría de los científicos tienen algún sentido de inseguridad subyacente. Nunca estamos seguros de que las cosas van a funcionar porque la investigación es un emprendimiento incierto. Si supiéramos las respuestas no sería investigación”, mencionó.

Educación, ciencia y pandemia

Durante la charla, los científicos también mencionaron la crisis de percepción por la que atraviesa el cuerpo docente mundial, principalmente ante contextos como la actual pandemia de COVID-19. Ante esto, Venki puntualizó que “Las personas piensan que puedes descargar la docencia en una computadora. Las computadoras son un buen apoyo, pero sin la interacción humana de un maestro, creo que siempre faltará algo.”

De igual forma, mencionó la importancia de la educación para comprender el rol y quehacer científico. De lo contrario, el escenario suele ser una extraordinaria falta de conocimiento sobra nuevas amenazas, tales como el virus SARS-CoV-2.

“¿Cómo podemos manejar la desinformación, la pseudociencia en la era del internet y los medios sociales?, ¿Cómo podremos hacer frente a los diversos sectores que se oponen a la vacuna? No será un problema fácil de resolver”, reflexionó el también Presidente de la Royal Society.

Finalmente, Ramakrishnan alentó a las y los jóvenes a encaminarse hacia el conocimiento científico. Para él, la capacidad multidisciplinaria de la ciencia es una cualidad extraordinaria y que cada vez se vuelve más necesaria e importante. Por lo anterior, recomendó que quienes deseen iniciar una carrera en este rubro, conozcan más sobre las bases de todas las ciencias, como física, química, biología y matemáticas.

“La vida de un científico, aunque es incierta, y puede estar llena de ansiedad, es en realidad un trabajo altamente gratificante porque cada día vas a trabajar sin saber lo que vas a descubrir. Y no hay muchas profesiones así”, concluyó.

Por: Miriam Jiménez / NCC Iberoamérica