México.
De «Los olvidados» de Luis Buñuel a «Que viva México» de Luis Estrada. El cine mexicano ha presentado importantes narrativas al mundo que han construido la industria cinematográfica de nuestro país. Misma que a través de los años ha enfrentado cada vez más retos.
La primera proyección de cine nacional se realizó el 14 de agosto de 1896 y convirtió a México en el primer país en Latinoamérica en acceder al séptimo arte. “Al menos en América Latina fue México el primer país que recibió el invento de los hermanos Lumiere, como el cinematógrafo como tal, donde vieron las primeras proyecciones y así mismo también hicieron las primeras películas”, contó Noé Sotelo, investigador de cine de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Uno de los momentos más importantes fue la denominada época de oro del cine mexicano, que colocó a nuestro cine en las pantallas internacionales. “La ‘Época de oro’ fue un nombre que se le puso después a esta época de de alta producción de bonanza industrial, en donde los públicos para el cine mexicano eran masivos y diversificados– y además a nivel industrial era pues muy estable la producción de películas. Y además había un diálogo cultural interesante entre el cine que se estaba produciendo en este momento, como de 1936 a 1959 y otras formas expresivas alrededor”, agregó Sergio Huidobro, investigador y crítico de cine de la UNAM.
“Pero yo destacaría ante todo que durante esa época, México tuvo una importante difusión cultural a nivel mundial. Incluso en Estados Unidos, muchos investigadores lo dicen, se tenían que crear cines exprofeso para poner películas mexicanas y en español que era algo muy importante. Y esto es algo trascendental porque, digámoslo así, aprovechando las coyunturas mundiales México supo posicionarse muy bien a nivel internacional con su cine”, resaltó Noé Sotelo.
Para este periodo el boleto de cine costaba 35 centavos y permitía a la audiencia permanecer voluntariamente para ver más de una película. Esto con el objetivo de atraer al público a las grandes salas cinematográficas de aquella época, como el cine Orfeón, que tenía capacidad para 4628 butacas.
“Para mí lo que es más importante, es que durante esta época sí hubo una vinculación muy fuerte entre el público mexicano y lo que hacíamos de cine. Eso es muy importante. Yo creo que es un fenómeno que no se ha repetido, no se ha repetido esa comunión entre público y realizadores”, concluyó Noé Sotelo.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y el regreso de Hollywood a la producción cinematográfica, la época dorada llegó a su fin debido a un nuevo panorama de distribución con el que debía competir. Y no fue hasta los años 70 que la producción nacional vería un nuevo auge en la creación de historias.
A más de 30 años de este movimiento, los años 2000 darían lugar al denominado nuevo cine mexicano, con cintas como Amores Perros, del director Alejandro González Iñárritu; Sexo, Pudor y Lágrimas, del director Antonio Serrano; entre otras, que enfrentarían nuevos retos para la industria.
Por: TV UNAM.
- La influencia italiana en la arquitectura de Guayaquil en Ecuador - noviembre 18, 2024
- Un taller revela la versatilidad del arpa en diversos a ritmos - noviembre 18, 2024
- La UNAM innova en suplementos alimenticios vegetales - noviembre 18, 2024