La Habana nació bajo un árbol hace 500 años, y tres siglos después un francés fue el primero en transformar en imágenes ese hecho histórico. La primera misa es un óleo de 1826 pintada por el francés Jean Baptiste Vermay, que luce dentro de una enigmática edificación conmemorativa conocida como El Templete.

Vermay llegó a la Habana desde Estados Unidos en 1815, para restaurar frescos de la catedral y fomentar las artes y la cultura. El 1818 el francés fue uno de los fundadores de la Academia de Dibujo y Pintura, la segunda de Hispanoamérica. Por sus aulas pasaron figuras como José Martí o el comandante guerrillero, Camilo Cienfuegos.

A partir de 1960 se abrieron nuevas escuelas de arte que llevan la forman de los artistas plásticos que trabajan hoy en Cuba. Hoy en día los salones de clases de la Academia albergan la Bienal de Arte Contemporáneo, que atrae a turistas y artistas de todo el mundo.

Por: AFP