Veracruz,México. 

Más allá de la zona de monumentos arqueológicos del Tajín,  en Papantla, existe en sitio ancestral que resguarda hoy en día la cultura totonaca que sobrevive a través del tiempo. El conocimiento autóctono es palpable, está más vivo que nunca gracias a que la comunidad de San Antonio Ojital abre las puertas para vivir una experiencia única de contacto con el patrimonio cultural y natural.

El saber cotidiano, las creencias y la lengua viva de la cultura totonaca. Es Lankasipi, un proyecto que nace de la propia comunidad para promover las riquezas de nuestras raíces. Para comenzar el recorrido, una abuela totonaca realiza una ceremonia de purificación y que el monte es sagrado y se debe pedir permiso al dios Kiwigolo.

Durante el recorrido se pueden observar rastros de piedra labrada, indicios de la actividad prehispánica, y montículos que han sido resguardados con el paso de los años por la propia maleza, pirámides incluso intactas que siguen escondidas en la naturaleza. Durante la caminata hay tiempo para escuchar historias relatadas de duendes, relatadas por los más viejos, quienes aseguran que ahí viven y que mucha gente dice haber visto.

El aroma cubre el sendero con árboles de limones, naranjas, plátanos y vainilla, entre otras plantas que aquí se cultiva, se aprende de las plantas bondadosas para la medicina. En lo más alto la vista panorámica es inigualable, estos paisajes son pocos conocidos pues el lugar es de difícil acceso. Una vez en la comunidad de Lankasipi, las mujeres cocinan recetas ancestrales totonacas.

El proyecto ecoturístico demuestra como una comunidad puede fomentar su cultura viva y reproducir sus expresiones y prácticas para convertirse en una alternativa para promover el conocimiento autóctono y al mismo tiempo preservar la riqueza cultural y natural que representa el orgullo de ser totonaco”.

Por: RTV