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Un grupo de arqueólogos peruanos halló una tumba con restos de dos niños y dos recién nacidos que fueron, supuestamente, sacrificados en un santuario prehispánico en el norte de Perú, informó el jueves, una investigadora.

«En la cima del sitio arqueológico Santa Apolonia, hemos encontrado los restos óseos de dos infantes y dos neonatos que fueron colocados, posiblemente, a modo de ofrenda», dijo la arqueóloga Solsiré Cusicanqui, quien lideró las excavaciones que duraron dos meses y medio.

El  descubrimiento ocurrió en la cima de Santa Apolonia, una colina que se encuentra en  la ciudad de Cajamarca, ubicada a 870 km al norte de Lima.

Según la arqueóloga, «el contexto funerario (tumba) estaba sellado con barro y arcilla a dos metros de profundidad, en un espacio de producción de textilería del sitio ceremonial».

«Uno de los niños tenía un ‘tupu’ (prendedor) de metal en la boca. Es un importante hallazgo», destacó la estudiosa. El ‘tupu’ está hecho en cobre y tiene grabado un personaje con forma de felino.

Los restos pertenecen a la cultura Cajamarca, que existió entre los años 500 a 1300 de nuestra era.

Los arqueólogos también hallaron instrumentos musicales, restos de camélidos y espacios arquitectónicos, como recintos y plataformas que posiblemente sirvieron para la preparación de alimentos y bebidas como «la chicha» (bebida andina de maíz).

Adoración de la lluvia

La colina Santa Apolonia ha sido conocida como un lugar para la adoración a la lluvia, al rayo y también a los  astros.

«Santa Apolonia fue un centro de la memoria importante desde la época preinca hasta la época virreinal», aseguró Solsiré Cusicanqui.

El proyecto de investigación arqueológica, Santa Apolonia, busca determinar el tipo de actividades que se realizaron en el lugar. Es un trabajo conjunto entre la municipalidad de Cajamarca, la Agencia Española de Cooperación Internacional y la Universidad de Harvard de Estados Unidos.

«Estos descubrimientos permiten conocer más de nuestro origen prehispánico y refuerza la condición arqueológica e intangible de este lugar emblemático», declaró a la prensa la directora de Cultura de Cajamarca, Judith Padilla.

Cajamarca es un punto de referencia en la historia de América: fue la tumba del imperio incaico en 1533.

A menos de 200 metros de la colina Santa Apolonia se encuentra la plaza de Armas de Cajamarca donde un 26 de julio de 1533 los españoles asesinaron con la pena del garrote al inca Atahualpa, el último emperador del imperio de los incas (siglos XIV-XV).