Malí.

La mezquita de Djenné, en Malí está en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro de la UNESCO, desde 2016. “El enyesado de la mezquita es un símbolo de paz. Los pobres, los ricos, todos están aquí para esta actividad. Continuaremos esta tradición de generación en generación. La transmitiremos a nuestros hijos y ellos, a su vez, harán lo mismo”, explicó Amadou Ampate, residente de Djenne.

Cada año, necesita una nueva capa de barro antes del comienzo de las lluvias para evitar su deterioro. Los hombres y los niños se encargan de escalar y extender esa capa sobre la fachada. Las mujeres y las niñas traen el agua del río y la mezclan con arcilla para el adobe.

Vine a ayudar, he traído agua hasta aquí. Que Dios nos dé la oportunidad de hacer esta actividad el año que viene”, contó Fatoumata Komina, residente de Djenné.

Es el edificio de ladrillos de barro más grande del mundo. Hace dos años, el enyesado de la mezquita se canceló casi por completo debido a los disturbios.

“Mucha gente habla de inseguridad y cree que no se puede venir a Djenné porque hay inseguridad”, relató Moussa Diakité, jefe de Misión Cultural Djenné.

La industria del turismo en la ciudad ha desaparecido casi por completo debido a los enfrentamientos. Grupos yihadistas y paramilitares continúan extendiendo su poder en el Sahel. Es un ejemplo, que coincide con la salida de la misión de la UE en Malí.

Por: RTVE.