Guadalajara, México.

El cine de terror es tan viejo como el cine mismo, y para explicar cómo sé hace, se llevó a cabo la Clase magistral: Sustos, fotogramas y algoritmos, el cine del terror, impartida por el director de fotografía Checo Varesse en el marco del Festival Internacional de Cine de Guadalajara en su edición 39.

Una clase en la que el director de fotografía, quien nació en Perú y actualmente radica en Estados Unidos, contó cómo fue su primer acercamiento al cine, a pesar de no haber estudiado dicha carrera, siendo primero ayudante en la realización de un documental y posteriormente haciendo videos musicales que eran publicados en MTV.

“Era muy divertido porque podía experimentar. Por ejemplo, sacaba el lente fuera de foco y si salía feo mejor porque representaba más… Eso no me dio una carrera muy fructífera, pero a la vez, me dio un conocimiento de la manufactura y de la artesanía porque en el fondo, de este lado de la cámara del cine y de los guiones, directores y actores, hay un proceso muy intenso intelectual”, dijo.

Para Varesse, el cine de horror es un género en el cual se pueden aplicar todos los miedos que uno tiene. “Yo soy una persona que tiene muchos miedos, entonces de alguna manera se pueden reflejar ahí”, comentó.

El director de imagen y realizador de pilotos de series como True Blood, relacionó la cámara y la fotografía con el lenguaje poético, asemejándolos a escribir poesía. Comentó a los asistentes que lo más importante para hacer cine de terror es lo que se quiere trasmitir y los recursos que se usan para lograrlo.

Pero, ¿qué se necesita para hacer cine de terror?

Checo Varessa contó que lo fundamental es creer en lo que se va a contar, para ello, es importante leer el guion de la historia y trabajar muy de cerca con el director.

Además, ante el cuestionamiento de qué hacer frente a las plataformas de streaming que en base a los algoritmos delimitan el trabajo de los productores, directores y realizadores audiovisuales, Varesse sugiere apapacharlo y convencerlo, es decir, tomar las ventajas que ofrecen los algoritmos de dichas plataformas para comprender qué es lo que le interesa al público, pero llegar a un punto medio entre lo que la plataforma exige y lo que el director tiene en mente.

“La única forma de darle la vuelta es trabajar en conjunto como fotógrafo con el director y hacer lo que el director siente”, explicó.

Uno de los retos de las nuevas generaciones de cineastas es crear historias únicas, por ello, Checo resaltó la importancia de ser conscientes del rol que tienen en la sociedad, ya que en sus palabras son “los propietarios y encargados de la memoria de este siglo”.

Aseguró que una de las ventajas del cine de terror es la libertad que brinda para expresar lo que se quiere contar, todo desde la creatividad que cada uno tiene.

La clase terminó con una invitación a permanecer en constante formación, destacando la importancia de tomar cursos y capacitaciones en las nuevas tecnologías que se van generando, acercándose a otros expertos en el rubro y compartiendo sus conocimientos con los demás, con el objetivo de convertir la tecnología en una herramienta.

“La tecnología no es más importante que tú, tiene que estar a tu servicio. Adelantarse a la tecnología es una responsabilidad de uno”, concluyó.

NCC Iberoamérica / Bernardo Arreola