Guadalajara, México.
En el marco de la 39 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), se llevó a cabo la mesa “AMACC: ¿Una academia para qué?”, en la cual participaron Roberto Fiesco, Érika Ávila, Samuel Kishi y Marina Stavenhagen. Una charla moderada por Inna Payán, en la que las y los invitados hablaron de la importancia de la existencia de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas AMACC y sus proyectos.
La AMACC se creó en 1946, y tras 78 años de su creación, uno de los principales retos de sus miembros agremiados es cambiar la percepción del público sobre que “se trata de un cenáculo de viejitos con barba que se dedican a ver películas y a tomar decisiones para dar el premio Ariel”, comentó Marina.
Y es que esta asociación civil, que es la más grande en México y que reúne a lo más destacado del gremio cinematográfico se enfrenta a los desafíos de una industria cinematográfica en constante cambio.
Su principal objetivo ha sido “establecer y crear puentes de contacto con la comunidad cinematográfica que crece, crece y crece”, resaltó Marina Stavenhagen. “Creo que todos celebramos estos espacios de encuentro en donde no sólo vemos las películas, lo que se produce, sino que estamos atentos a las nuevas escuelas, los proyectos, los colectivos, las organizaciones de una comunidad cinematográfica cada vez más grande que además se nutre, pues, del contacto con otras comunidades cinematográficas del mundo” agregó.
¿Qué hace la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas?
Roberto Fiesco, investigador, académico y también productor, resaltó que los ejes principales de la AMACC son la difusión del cine, la investigación, la preservación, el desarrollo y la defensa de las artes cinematográficas.
Para cumplir con los mismos, desde hace muchos años se han encargado de llevar a cabo ciclos en los que presentan al público las películas que están nominadas al premio Ariel. “Estamos buscando hacer un esfuerzo, que poco a poco va siendo más exitoso, de acercar este cine mexicano que se hace durante el año a distintos públicos”, compartió Fiesco.
Y no solo eso, en los últimos años, la academia se ha concentrado en la investigación histórica, obteniendo como resultado una colección de publicaciones que se llaman “Textos de la Academia”, un homenaje a algunas de las personalidades de la industria cinematográfica que han recibido el Ariel de oro.
La Academia también trata de trabajar sobre políticas públicas para mejorar el ecosistema audiovisual la industria. La moderadora Inna Payán comentó que han estado trabajando con la Ley Federal de Cinematografía, a su vez que han intentado generar una interlocución con el resto de la comunidad cinematográfica de manera activa para entender lo que está pasando alrededor del mundo en el ámbito del cine.
Para concluir, los participantes comentaron que uno de sus objetivos de los últimos años ha sido descentralizar la academia, de manera que el cine mexicano llegue a más personas. Motivo por el cual invitaron al publico a seguir registrando sus producciones audiovisuales a los premios Ariel y a su vez, invitaron a la industria a seguirse asociando a la academia para conocer lo que los nuevos talentos están creando.
La mesa finalizó con la invitación a seguir la premiación de los Ariel, que se llevaran a cabo el 7 de septiembre de 2024, donde Guadalajara será por segunda ocasión consecutiva la sede de dichos galardones. El eje temático de esta premiación girará en torno al diseño de vestuario en el cine mexicano.
NCC Iberoamérica / Bernardo Arreola
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