Lima,Perú

Todo visitante que llegaba a la Lima colonial pasaba por debajo de un gran arco de piedra, una puerta a la Ciudad de los Reyes , en cuyos vestigios, los arqueólogos encontraron una sorpresa centenaria del siglo XVI: monedas de plata.

Hemos encontrado un grupo de 15 monedas macuquinas de plata, un hallazgo sorprendente, porque es muy difícil encontrar esas monedas en el centro histórico de Lima», explica a EFE el coordinador del equipo de arqueólogos, Ernesto Olazo.

Este pequeño tesoro centenario reposaba a la sombra del Palacio de Gobierno, sede del Ejecutivo, uno de los espacios más transitados junto al conocido como Puente Trujillo.

A ojos de los transeúntes, que desde el siglo XVI ocupaban la ciudad fundada en 1535, el arco de entrada cambió de forma y lugar, ocultando un tesoro.

Como principal teoría

Olazo, del equipo de la Gerencia de Planificación, Gestión y Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima) asegura se trata de «pequeños tesoritos ocultos que se guardaban para, posteriormente, recuperarlos».

«Otra opción es un descuido, pero creo que nadie se olvidaría una bolsa con monedas de plata», comenta.

Nadie abandonaría una bolsa con monedas de 1 y 2 reales de plata, todas ellas «con la inicial del ensayador, que era quien certificaba que eran auténticas».

El arco de bienvenida

El arco, a modo de puerta para el ingreso a Lima fue construido en 1610 por encargo del virrey Juan de Mendoza y Luna, junto a un puente que conectando con los exteriores.

Con el paso de los años, el Arco del Puente, fue destruido por  terremotos, y reconstruido con varias modificaciones hasta que un incendio lo arrasó en 1879.

Hasta ahora, según explica el arqueólogo Olazo, había testimonios gráficos de las últimas versiones de esta puerta de Lima, pero no de la primera.

«Teníamos información de la versión más moderna del arco, pero hemos recuperado evidencias de la primera versión, que no se encuentra documentada», agrega.

Junto a las cimentaciones de un antiguo arco ornamental y piedras labradas con las inscripciones conmemorativas, los arqueólogos encontraron vasijas y platos de loza inglesa gracias a la sorpresa centenaria.

Nuevos trabajos arqueológicos

Prolima continua trabajando para restituir el arco incluyendo materiales y técnicas tradicionales, siguiendo los acabados originales.

«Volverá a ser un gran atractivo no solo nacional, sino también internacional y va a permitir devolver a la ciudad parte de su memoria arquitectónica», concluye Olazo.

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