Estados Unidos.

Muchos estudios concluyen que las vacunas contra el COVID-19 han salvado un gran número de vidas en todo el mundo. Al haberse multiplicado el número de sueros autorizados, cada vez resulta más difícil determinar quién está protegido, cuándo es necesaria una vacuna de refuerzo y cuál es la más adecuada.

Durante gran parte de 2021 se administraron más de 30 millones de dosis al día, incluso más de 40 millones en los momentos más críticos, pero recientemente esa cifra se ha reducido a sólo unos cientos de miles de inyecciones diarias.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 70% de la población mundial recibió al menos una dosis de alguna vacuna contra la COVID-19. Muchos se inmunizaron varias veces, alcanzando más de 13 mil millones de dosis en todo el mundo, pero la distribución sigue siendo desigual, mientras la mayor parte del mundo tiene una media de dos dosis o más por habitante, India y Rusia siguen registrando tasas muy inferiores en torno a 1,6 y 1,3 dosis respectivamente.

Algunos países de África registran cifras similares, pero las tasas generales, tanto en este continente como en otros lugares, siguen siendo dramáticamente bajas.

Según la OMS, en los países con rentas bajas solo tres de cada 10 personas han recibido de media a una dosis de la vacuna contra la COVID-19.