Los científicos usan el Sistema de Observación de la Tierra Goddard o GEOS para modelar patrones atmosféricos.

Pero se necesitan muchos datos para que estos funcionen. Con los años, han aumentado el número de satélites y socios mundiales que contribuyen a la base de datos.

En 1980, el  número de observaciones recopiladas durante un periodo de seis horas era de 175.000. En 2018, eran casi 5 millones.

Un amplio abanico de instrumentos y satélites contribuyen a este conjunto de datos globales, incluyendo aquellos desplegados a bordo de globos meteorológicos y aviones comerciales.

Este incremento masivo permite a los científicos crear un modelo de la atmósfera de la tierra más preciso y consistente, que a su vez, pueda usarse para realizar observaciones pasadas y estudiar los factores específicos que influyen en los cambios atmosféricos.

Por: NASA