México

Hace 50 años cuando los seres humanos se preparaban para visitar otro cuerpo celeste en la misión Apolo 11, una visitante extraterrestre vino a provocar un gran avance en la ciencia en la tierra.

El meteorito Allende cayó el 8 de febrero de 1969 en Chihuahua, México, una condrita carbonácea más vieja que el sol, que vino a la tierra a cambiar la forma de como concebimos el universo.

“Yo le llamo la roca de dios, porque nos cayos del cielo, nos hizo entender nuestros orígenes desde que fuimos polvo de estrellas a lo que somos ahora, en pocas palabras el meteorito de allende es la roca más estudiada por la ciencia, más antigua y la más voluminosa que se ha precipitado sobre la tierra” explica Fernando Ortega Gutiérrez investigador emérito del Instituto de Geología de la UNAM.

“Antes de allende no se conocía la temporalidad, la cronología de los eventos que había generado nuestro planeta y el meteorito dio la pauta para decir, nacimos cuando se formó la galaxia y dio cuenta de los eventos colosales como la explosión de la tierra conocida como supernova “añadió Ortega Gutiérrez.

Se considera que la contribución más importante del meteorito Allende es la observación de sus incrusiones ricas en calcio y aluminio, los objetos solidos más antiguos que se conocen, en total la piedra milenaria tiene más de cien minerales pero veinte de ellos eran hasta antes de su aparición desconocidos para los científicos.

Estas especiales características y su momento de llegada a la tierra con cientos de laboratorios listos para estudiar las piedras que llegaron de la luna la convirtieron en la piedra espacial más estudiada de la historia.

Por: TV Educativa.