Estados Unidos.
La capacidad de los ecosistemas para adaptarse a los cambios de su entorno depende en gran medida, del tipo y el impacto de factores de estrés ambiental. Los arrecifes de coral, en particular, son sensibles a estas condiciones y su adaptación es motivo de debate científico.
Un equipo de investigadores, liderados por la Universidad de Hawái (EE UU), ha diseñado un experimento denominado CMIP5 para calcular modelos globales destinados a mejorar el conocimiento del cambio climático. Gracias a él examinaron las proyecciones globales de cinco factores de estrés ambiental que incluían: la temperatura de la superficie del mar, la acidificación de los océanos, las tormentas tropicales, el uso de la tierra y las proyecciones de la población humana.
«Aunque los impactos negativos del cambio climático en los arrecifes de coral son bien conocidos, esta investigación muestra que en realidad son peores de lo previsto. Esto se debe a una amplia combinación de factores de estrés inducidos por el cambio climático», asegura Renee Setter, autora principal del trabajo y estudiante de doctorado de la Universidad Americana.
El trabajo tuvo en cuenta datos del pasado y las proyecciones hasta el año 2100. «Fue esclarecedor descubrir que los corales se enfrentarían a múltiples factores de estrés, lo que supone un obstáculo y un reto aún mayor que habría que superar para aumentar las posibilidades de supervivencia», continúa Setter.
Aumento de temperatura del mar y olas de calor
Según sus resultados, en un escenario sin cambios, en el año 2050 se prevé que las condiciones ambientales serán poco adecuadas para los arrecifes de coral del mundo, si se considera un solo factor de estrés. Cuando se tienen en cuenta múltiples factores, la fecha desciende a 2035.
Asimismo, se prevé que para 2055 la mayoría de los arrecifes de coral del mundo (el 99 %) se enfrentarán a condiciones inadecuadas en función de al menos uno de los cinco factores de estudio. Para 2100, de hecho, se prevé que el 93 % de estas estructuras subacuáticas se verán amenazadas por dos o más factores de estrés.
«Sabemos que los corales son vulnerables al aumento de las temperaturas de la superficie del mar y a las olas de calor marinas debidas por el calentamiento global. Es importante incluir el impacto antropogénico completo y el estrés que soportan para tener conocer mejor los riesgos generales de estos ecosistemas«, añade Erik Franklin, coautor del estudio en la misma universidad. «Esto tiene grandes implicaciones para nuestros arrecifes locales de Hawái, que son clave para la biodiversidad, la cultura, la pesca y el turismo locales», enfatiza.
El equipo de investigación se prepara ahora para entrar en la siguiente fase de su trabajo: analizar más detenidamente cómo se prevé que el cambio climático afecte a las distintas especies de coral. Al identificar cuáles tienen más probabilidades de sobrevivir a estas condiciones adversas o las más vulnerables, esperan identificar las especies más expuestas.
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