Johan; un niño que vive en una zona acomodada de la ciudad de Washington, heredó de su madre un gen que causa un trastorno, a menudo mortal para los menores de diez años: la Enfermedad Granulomatosa Crónica.

Esta enfermedad hace que el sistema inmunológico no funcione correctamente, cosas tan simples que los niños gustan hacer como jugar en los parques y ríos ponen en alto riesgo su salud.

Los padres de Johan no dudaron para decidir por un tratamiento de trasplante de médula ósea: un procedimiento arriesgado, pero que permite la curación.

La gran desventaja de este tratamiento, es que los primeros meses las defensas se debilitan a tal punto que la más mínima infección puede llevar al paciente directo al hospital.

Pero un nuevo tratamiento experimental conocido como Terapia con Células “T”, puede ayudar a sobrellevar ese periodo de vulnerabilidad. Johan recibió, en primer lugar, un trasplante de médula ósea de su hermano Thomas.

En segundo lugar, los doctores tomaron células “T” de la sangre de Thomas que ya habían estado expuestas a seis diferentes tipos de virus. Las multiplicaron e inyectaron a Johan, asegurando protección contra esos seis virus de manera preventiva.

Por: AFP