Argentina.

El área de Electroquímica Aplicada del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA) trabaja en el desarrollo de electrolitos sólidos para baterías de ion litio, con el objetivo de mejorar la seguridad y sostenibilidad de estos dispositivos. La composición y propiedades del electrolito son fundamentales, ya que influyen en la estabilidad del sistema, la seguridad y el voltaje de entrega de la batería.

El equipo de investigación se centra en la creación de baterías de estado sólido a partir de materiales no tóxicos y amigables con el medio ambiente, con el propósito de superar los problemas de seguridad que presentan las baterías actuales. Hasta el momento, han logrado desarrollar materiales mediante procesos simples y accesibles, con resultados prometedores.

La meta a largo plazo es reemplazar los electrolitos líquidos inflamables utilizados en la mayoría de las baterías comerciales —como el hexafluorofosfato de litio— por una alternativa sólida más segura y con un rendimiento competitivo. El material desarrollado pertenece a la categoría de vidrios amorfos basados en precursores de sílice y silicio de bajo costo, combinados con aditivos específicos que optimizan su comportamiento en sistemas electroquímicos de estado sólido. Su síntesis es relativamente sencilla y económica, empleando precursores de litio como el carbonato, que se obtiene de los salares, entre otras sales de litio.

El proceso de fabricación consta de cuatro etapas principales: síntesis del material, deposición sobre el ánodo o cátodo de la batería, tratamiento térmico para su estabilización y pruebas de compatibilidad con los demás componentes. Uno de los aspectos clave de la investigación es la interacción entre el electrolito y los electrodos, ya que de esta depende la estabilidad química y térmica del sistema.

Actualmente, los investigadores han logrado desarrollar diversas composiciones del material, caracterizarlas y someterlas a pruebas rigurosas. Además, mantienen colaboración con una empresa que suministra cátodos y ánodos, lo que permite evaluar la compatibilidad química y electroquímica del electrólito sólido en dispositivos experimentales.

Estos avances representan un paso significativo hacia el desarrollo de baterías más seguras y eficientes para su uso en diversas aplicaciones tecnológicas.

Por: UDMDP.