Las llamadas ranas de cristal usan la transparencia como estrategia de camuflaje cuando duermen. Un grupo de investigadores descubrió que para ello, estos batracios acumulan los glóbulos rojos en el hígado, que contiene cristales reflectantes de guanina.

Este hallazgo, que se describe en un estudio del Museo Americano de Historia Natural y la Universidad de Duke (EE.UU), abre vías además para investigar en la prevención de los coágulos sanguíneos.

Las ranas de cristal, que viven en los trópicos americanos, son anfibios nocturnos que pasan el día durmiendo boca abajo sobre hojas translúcidas del mismo color que su espalda, una táctica de camuflaje habitual. La piel debajo del animal se vuelve traslúcida lo que permite ver sus huesos y órganos.

«Hay más de 150 especies conocidas de ranas de cristal en el mundo y apenas estamos empezando a conocer algunas de las increíbles formas en que interactúan con su entorno», explicó Jesse Delia, del citado museo y coautor del estudio.

El trabajo que publica Science podría conducir a nuevas vías de investigación relacionadas con los coágulos sanguíneos, que las ranas evitan de algún modo mientras empaquetan y desempaquetan diariamente en sus hígados, cerca del 90 por ciento de sus glóbulos rojos.

Estrategia de camuflaje

La transparencia es una forma común de camuflaje entre los animales que viven en el agua, pero es poco frecuente en tierra y en los vertebrados es difícil porque su sistema circulatorio está lleno de glóbulos rojos que interactúan con la luz.

Las ranas de cristal superan ese reto “ocultando los glóbulos rojos a la vista», para lo que “casi ponen en pausa su sistema respiratorio durante el día, incluso a altas temperaturas», explicó Carlos Taboada, coautor del estudio en la Universidad de Duke.

Los investigadores utilizaron una técnica denominada imagen fotoacústica, que emplea luz para inducir la propagación de ondas sonoras desde los glóbulos rojos. Esto permite cartografiar la ubicación de las células en el interior de ranas dormidas sin molestarlas, pues la transparencia se ve alterada por la actividad, el estrés, la anestesia y la muerte.

Hyalinobatrachium fleischmanni

El estudio se centró en una especie concreta de rana de cristal, Hyalinobatrachium fleischmanni, que en reposo multiplica por dos o tres la transparencia al retirar de la circulación casi el 90 % de sus glóbulos rojos y empaquetarlos en el hígado, que contiene cristales reflectantes de guanina.

Cuando necesitan volver a estar activas, devuelven los glóbulos rojos a la sangre, lo que les da la capacidad de moverse; en ese momento, la absorción de luz de estas células rompe la transparencia.

En la mayoría de los vertebrados, la agregación de glóbulos rojos puede provocar coágulos potencialmente peligrosos en venas y arterias, pero no es el caso de las ranas, lo que plantea una serie de cuestiones importantes para los investigadores biológicos y médicos.

Este es el primero de una serie de estudios que documentan la fisiología de la transparencia de los vertebrados, y los investigadores esperan que “estimule el trabajo biomédico para traducir la fisiología extrema de estas ranas en objetivos novedosos para la salud humana y la medicina», dijo Delia.