Por Fabiola Acosta, Maricruz Melgoza, Cristina Suárez, Claudia Sotelo, Rodolfo de la Fuente

 

Mexicali ha experimentado una transformación significativa desde sus inicios como un ecosistema desértico natural, colonia agrícola y finalmente un centro industrial y comercial de importancia en la frontera norte de México.

Su crecimiento ha sido impulsado por una fuerte infraestructura económica y una supraestructura institucional que han facilitado el desarrollo socioeconómico y cultural de la región. Sin embargo, el rápido crecimiento de este ecosistema urbano representa desafíos en términos de sostenibilidad ambiental, gestión de recursos y calidad de vida de sus habitantes.

Desde 1973, dentro del programa “Man and Biosphere” de la UNESCO, se manejó formalmente el concepto de ecosistema artificial creado por la mano del ser humano, para referirse a los Ecosistemas Urbanos.

La ciudad de Mexicali, capital del estado de Baja California, al norte de México, en la actualidad forma parte de la gran gama de ecosistemas urbanos del país que funcionan como sistemas abiertos y dinámicos, en donde se consume, transforma y libera tanto la materia como la energía, bajo un ritmo constante que se adapta y desarrolla en función de las necesidades de los seres humanos que lo habitan y su interacción con otros ecosistemas naturales o artificiales de carácter nacionales e internacionales.

Dada su posición geográfica, su funcionamiento y evolución han estado profundamente marcados por su posición fronteriza con los Estados Unidos de América y su interrelación con la economía global.

 

Su historia

 

Si bien, el origen de Mexicali se relaciona con la llegada de los primeros inmigrantes nacionales y extranjeros, su fundación oficial fue el día 14 de marzo de 1903.

Esta ciudad en sus inicios funcionaba como un pequeño sistema muy dependiente de las interacciones con ecosistemas urbanos mayores: el Nacional (ya que hasta antes de 1952, año en que Baja California se convierte en Estado, era un territorio) y el Extranjero, teniendo como principal fuente de materia y energía la producción agrícola que se favorecía con los afluentes del Rio Colorado.

Con el tiempo, su dinámica se fue transformando poco a poco hasta, como dijo Alvares de la T, “llegar a ser hoy en día es un importante ecosistema urbano, gran centro industrial y de comercio transfronterizo”.

La evolución de la ciudad se caracteriza por su vinculación estrecha con los procesos de desarrollo capitalista mundial y la tecnología agrícola del Siglo XX. Originalmente se estableció como un sistema agrícola, en función de los avances en el manejo del agua y la tecnificación de sus procesos de producción que hicieron del Valle de Mexicali una de las regiones agrícolas más modernas e importantes de México en los años 50.

 

Más información

 

Sin embargo, una depresión en el mercado internacional afectó drásticamente la economía de la ciudad por la baja en el precio del algodón, principal producto en ese momento de su valle. Esta situación originó una migración de miles de trabajadores del campo a la ciudad que se ubicaron en la periferia en asentamientos irregulares.

Con el tiempo y con el efecto de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad experimentó un importante flujo migratorio del centro del país, asociado a grandes cambios en la producción industrial de bienes de subsistencia, efecto potenciado al considerar a la ciudad dentro de la zona de libre comercio; estos eventos transformaron a la ciudad de un sistema predominantemente agrícola a un sistema urbano con una diversificada economía industrial.

Así continuó su crecimiento acompañado de la construcción de una infraestructura arquitectónica requerida, consolidando a la ciudad de Mexicali como un centro urbano significativo desde la década de los 60s hasta la fecha. Esta transformación fue relativamente acelerada gracias a grandes inversiones gubernamentales en infraestructura agrícola e industrial y la llegada de capitales extranjeros, como los de la “Colorado River Land Company”, que por cierto aprovechando la oferta adquirió alrededor de 350 hectáreas para la siembra de algodón.

 

Otros datos

 

Estos capitales apuntalados por obras hidráulicas como el impresionante sistema binacional de presas y lo que en su momento parecía una gran idea “Drenar el delta del Rio Colorado” con la construcción de un canal de desagüe, denominado Río Nuevo lo que les dejó al descubierto ricas tierras de cultivo, acciones que en las primeras décadas del siglo XX, sentó las bases para la primera transformación desde un ecosistema desértico a un insipiente ecosistema urbano, dentro de un desierto.

La marcha continúo, a paso lento pero firme, hasta llegar a la época moderna. En 1994 gracias a la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), esta marcha se aceleró; la industrialización y el intercambio de materia y energía transfronterizo aumentó en forma considerable, exigiendo una mayor transformación de los elementos abióticos de la región (parques industriales y vías de comunicación), una mayor concentración de la biota humana como mano de obra con los subsecuentes cambios en su organización social (zonas de libre comercio) y su interacción con los otros elementos bióticos con los que comparten los nuevos escenarios creados.

Estas características hicieron más atractiva la ciudad, ampliando la ubicación social del espacio natural en forma de un círculo vicioso: aumento del flujo humano, mayor estructura urbana, concentración de mano de obra, cambio en la política nacional e internacional, aumento de la llegada de capitales extranjeros…lo que dio impulso a la transformación de la ciudad de Mexicali en un importante Ecosistema Urbano.

 

Visión al interior de Mexicali

 

Una vez integrada la ciudad como Ecosistema Urbano, la existencia de sus elementos bióticos en este ambiente abiótico modificado artificialmente tuvo la necesidad de adaptarse a su nueva realidad, en la cual es crucial la importación de la materia y la energía necesarias para lograr la subsistencia y el buen desarrollo de la ciudad, principalmente los subproductos del petróleo como el gas, en tanto se reduce la producción de energía local, principalmente de la Geotérmica.

La materia llega en diferentes formas tanto en productos finales listos para su consumo a través de los grandes monopolios comerciales, y en forma de materia prima destinada a la transformación, como el caso de la carne de res, mediante la importación de ganado joven, que se engorda y madura localmente antes de ser llevado al rastro.

Conjuntamente con estos eventos, es necesario resaltar el arribo de especies exóticas, que al llegar compiten y al no tener depredador natural con facilidad desplazan a las especies nativas; a la par de la construcción de grandes planchas de cemento y asfalto que imprimen nuevas reglas de subsistencia.

Pero no solo llegaron elementos exóticos de plantas y animales, también elementos exóticos de la especie humana integrados en subsistemas socioculturales, lo que convierte a Mexicali en un recipiente cultural marcado por la influencia de los migrantes chinos, estadounidenses y grupos de personas provenientes del sur de la República mexicana y en la actualidad, de diferentes partes del mundo, muchos de ellos en espera de su cita para emigrarse legamente a los Estados Unidos.

 

Ecosistema urbano

 

Todos estos grupos al igual que cualquier especie exótica imprimen su sello, desplazan a la comunidad local como es el caso de los indígenas de la etnia Cucapah, de quienes hoy en día, según considera el antropólogo Pascasio, solo quedan alrededor de 278 personas.

Es de destacar el subsistema social de la comunidad china, con su núcleo principal en la Chinesca, nombre popular como se conoce al Barrio Chino del centro histórico de Mexicali, por su trascendente impacto en la cultura. Su famosa gastronomía ha trascendido a nivel internacional por su especial combinación de sabores chino-mexicanos.

Otro aspecto a resaltar es la interrelación con los ecosistemas urbanos de los Estados Unidos, ecosistemas con los cuales se tiene una gran cercanía e interdependencia, con un importante intercambio de materia y energía. Esta relación ha llegado a imprimir su sello en la supraestructura social, sobre todo en su aspecto religioso y cultural, generando un subsistema híbrido con rasgos culturales mezclados en la cotidianidad de la vida de sus habitantes.

Pero su influencia no solo queda aquí, sino que trasciende al campo institucional para atender las necesidades de formar, capacitar e integrar al ámbito laboral a los nuevos elementos.

 

Transformación del Paisaje Natural

 

Partimos de la concepción de Zamudio que define al paisaje, como el resultado de la interrelación de los elementos bióticos y abióticos con los aspectos psicosociales del grupo humano que lo habita, de aquí el tipo y cantidad de plantas no propias de zonas áridas importadas, la forma y dimensión de la transformación, del entorno físico y la construcción de edificios emblemáticos que facilitan el sentimiento de pertenecía e identidad cultural indispensable para la cohesión del sistema.

Desde esta visión, el crecimiento urbano de la ciudad de Mexicali acelerado, la aparición de múltiples parques industriales, la construcción de infraestructura de comunicación moderna, la expansión de zonas residenciales y la aparición de dos grandes centros comerciales (La plaza de la Cachanilla, la plaza Nuevo Mexicali), nos permiten apreciar un paisaje urbano talmente transformado y en vías de crecimiento.

Sin embargo, este continuo desarrollo enfrenta retos significativos en términos de contaminación y disponibilidad de recursos hídricos, debido principalmente a la ubicación geográfica de la ciudad dentro de un ecosistema desértico (Desierto del Altar Sonora), las limitantes del uso del Rio Colorado especificadas en por la Comisión Internacional de Limites el Agua (CILA) y las deficiencias en el monitoreo atmosférico que, como menciona el Dr. de la Fuente, estos monitoreos se realizan sin considerar la Norma Oficial Mexicana, NOM-025-SSA1-2021, con respecto a las pequeñitas partículas suspendidas en el aire de 2.5 a 10 micras (PM10 y PM2.5).

 

Sobre las actividades económicas

 

Pensemos también que a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio del Norte, creció la exigencia de infraestructura urbana por el arribo de diversas industrias de origen extranjero, que se integran al gran Sistema Urbano Mexicali, en forma de subsistemas interdependientes con necesidades propias de traslado y abastecimiento de materia y energía.

La industria maquiladora en particular, con más de 180 fábricas se ha convertido en el principal subsistema transformador de materia importada y gran consumidor de energía (humana y artificial) para lograr la confección de una amplia gama de productos demandados por el mercado estadounidense, sobre todo en el campo de las industrias aeroespacial, médica, electrónica, automotriz y agroalimentaria.

Estos subsistemas urbanos requieren un ambiente con extensas y amplias planchas de asfalto para satisfacer la necesidad de interconexión, tanto al interior entre sus propios elementos, como al exterior con otros ecosistemas similares. Es así que la ciudad de Mexicali requiere de una red muy compleja de intercambio de energía y materia, tanto al interior, con empresas que abastecen a otras empresas, como al exterior, con otros ecosistemas urbanos que ejercen influencia gracias a la tecnología, las redes de transporte y la aplicación de nuevas tecnologías en la comunicación.

No perdamos de vista que estos sistemas se rigen en función de los flujos económicos del sistema capitalista en donde el dinero representa la materia y la energía gastada en sus diferentes formas.

 

La Huella Ecológica de Mexicali

 

Al hablar de huella ecológica nos referimos al impacto de la actividad humana sobre un ecosistema dado. El funcionamiento descrito de este ecosistema urbano, conlleva una serie de implicaciones inherentes a su funcionamiento condimentados con las características específicas de la ciudad de Mexicali que como propone Higueras se puede describir bajo cuatro recorridos horizontales.

 

Recorrido Atmosférico:

 

Problema creciente y complejo que pone a esta ciudad dentro de los 5 primeros lugares del país con más alto grado de este tipo de contaminación, sobre todo en la actualidad con la emisión de gases de efecto invernadero.

Contaminación del aire, por las industrias de la transformación y del transporte, tanto público como privado.

Emisión atmosférica de restos cárnicos y carbón quemado, residuos de los puestos tacos de carne asada y pollo asado al carbón que abundan cono rasgo característico de esta ciudad.

El efecto de Isla Térmica producto de la conjugación de gases invernadero, las capas de asfalto y las construcciones de edificios que, en forma lenta pero constante aumentan: Es de interés mencionar que en la estación de verano dadas las altas temperaturas que se registran (han llegado a rebasar los 50°C a la sombra) las emisiones de calor por el funcionamiento de los equipos de aire acondicionado contribuyen a este problema.

En los últimos años en forma inexplicable desde un punto de vista ambientalista, se disminuyó hasta en un 80% la producción de energía eléctrica limpia en la Geotérmica federal, para inició la producción de energía a base del consumo de derivados del petróleo, con dos empresas llamadas termoeléctricas, las que según el Dr. Margarito Quintero c/u de ellas arroja a la atmósfera media tonelada de micropartículas (PM10 y PM2.5) por año.

 

Recorrido Hidrológico:

 

El agua como diluyente universal es indispensable en todos los procesos biológicos e industriales.

Las limitantes de uso del Rio Colorado, fuente principal de abastecimiento, encuadradas bajo las reglas de la Comisión Internacional de Limites el Agua (este rio se origina en los EUA).

La disminución del flujo superficial y subterráneo del rio, como resultado de cambios climáticos, político-internacionales y el encementado del fondo del canal “Todo Americano”, que conduce el agua en la última parte de la ruta antes de ser entregada a México.

Prácticamente nulo recurso del agua de lluvia, dado que la ciudad está sentada en medio del desierto de Altar Sonora.

Un problemático manejo de las aguas grises; proyectos inconclusos de construcción, diferentes adaptaciones al proyecto original asociado a problemas de tamaño y financiamiento.

Educación inapropiada para el uso domiciliario de agua.

Múltiples fugas por lo viejo y obsoleto de las tuberías de distribución y abasto.

Contaminación de mantos freáticos por lixiviados y desechos biológicos e industriales.

Como algo muy positivo se tiene un sistema de humedales (naturales y artificiales) del Delta del Río Colorado, que coadyuva al mantenimiento hídrico de la ciudad, además proporcionan un hábitat para especies emblemáticas como la Garza Ceniza, entre otras aves.

 

Recorrido de la Materia:

 

La gestión de residuos en Mexicali es un desafío continuo, especialmente con el crecimiento industrial y urbano.

Producción de bienes agrícolas, pensados más en la exportación que en el consumo interno.

Importación de grandes cantidades de masa; alimentos e insumos de la industria.

Manejo poco sostenible del depósito los rellenos sanitarios de basura doméstica e industrial.

Como positivo: Se ha implementado un sistema de recolección y disposición final de residuos sólidos urbanos.

Múltiples instituciones y ONGs, coadyuvando en el manejo de los residuos sólidos (separación, reúso y reciclaje) y orgánicos (tratamiento y compostaje).

 

Recorrido Energético:

 

La energía indirecta es vital para el funcionamiento de este tipo de ecosistemas.

El flujo de energía basado en forma minoritaria por generación local.

Disminución en la generación de energía geotérmica.

Limitado uso de energías limpias (Solar y eólica), por su poca efectividad: Costo-beneficio.

Importación de energía en forma de combustibles fósiles (gas y diésel).

Funcionamiento de Termoeléctricas que consumen derivados del petróleo y contamina la atmosfera.

 

En este panorama, una visión a futuro sería enfocarse en el cuidado del medio ambiente mediante la inclusión de una producción sustentable, la producción de energía limpia, el manejo eficiente de sus recursos naturales y mejores prácticas de tratamiento de sus desechos, con el fin de asegurar así una calidad de vida ambiental y continuar el desarrollo económico y social que ha caracterizado la historia de Mexicali.